El gobierno de Jujuy modificó el decreto reglamentario de la Ley de Tolerancia Cero de Alcohol al volante en la provincia para incorporar la responsabilidad civil y penal a la figura del "conductor designado", con el objetivo de desalentar una práctica recurrente que, a través de una persona cercana, el conductor penado por manejar con graduación alcohólica recuperaba el auto a los pocos minutos de haber sido encautado.
"Ahora quien retira el vehículo, previa aptitud de test de alcoholemia y con licencia habilitante, es responsable civil y penalmente por el lapso de 8 horas del rodado", explicó el secretario de Seguridad Vial de Jujuy, Alejandro Marenco, respecto a la modificación introducida mediante decreto del Ejecutivo local al primer párrafo del Artículo 7.
Esta reforma se impulsó desde la Secretaría de Seguridad Vial ante situaciones observadas en los controles de alcoholemia respecto de las personas que retiraban los vehículos como conductores alternativos y luego le devolvían a quien había cometido la infracción. "El conductor alternativo devolvía el rodado a la persona alcoholizada a los pocos minutos de haber sido infraccionada e inhabilitada para conducir, y éste volvía a cometer infracciones viales", advirtió Marenco al respecto.
Respecto de por qué se tomó la decisión de fijar en 8 horas la responsabilidad del "conductor designado", Marenco explicó que, en Jujuy se detectan conductores con resultado de test de alcoholemia arriba de 1,0 de gramo en sangre y "está comprobado, clínicamente, que son necesarias más de 6 horas para que el organismo quede sin vestigios de alcohol en sangre".
La Ley de Alcohol Cero en todo el país
En el caso de la provincia de Jujuy, la Ley 6.082 de Tolerancia Cero de Alcohol y Estupefacientes para conductores entró en vigencia en diciembre de 2019. La provincia del norte del país se iba incorporado de esa manera a un grupo de provincias pioneras en esta política víal: Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, La Rioja, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Tucumán.
La última en hacerlo fue la provincia de Buenos Aires, donde la norma comenzó a ser aplicada el 1 de enero de este año. En Buenos Aires la legislación eliminó el grado permitido de 500 miligramos de alcohol por litro de sangre, que regía hasta mediados de diciembre de 2022 y prohíbe manejar después de haber bebido alcohol. A partir de esta medida, el verano pasado se redujeron a la mitad los conductores con alcoholemia positiva en las rutas de la Costa en comparación con la temporada 2022.
Poco después, la norma fue sancionada a nivel nacional por el Congreso en abril y promulgada el 3 de mayo por el Gobierno nacional. La Ley 27.714 de Alcohol Cero al volante a nivel nacional se aplica en todas las rutas nacionales, sin importar si las provincia por donde pasa la ruta tienen normativas locales o si adhieren a la ley nacional.
En Argentina, el alcohol está presente en uno de cada cuatro siniestros viales y es la primera causa de muerte de menores de 35 años, de acuerdo a datos oficiales. Solo en Buenos Aires, durante 2022, hubo 6162 infracciones por alcohol al volante en rutas, calles y caminos de la provincia, según el informe anual del Observatorio Vial de Seguridad Vial bonaerense.
Según estadísticas del Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial durante los operativos de Alcoholemia Federal, se destaca que, en las jurisdicciones que ya tenían una normativa de Alcohol Cero al volante, la cantidad de conductores testeados que circulaban con graduación 0 de alcohol en sangre era notablemente mayor que en aquellas que tenían como límite permitido 0,5.
En aquellas provincias en donde hace más tiempo fue sancionada la ley, como Río Negro, las muertes se redujeron en un 15,8% y en Jujuy más de un 37%.