Un representante de los empresarios pymes nacionales salió al cruce del titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, al acusarlo de avalar que directivos de la central fabril censuren a ceos que se expresan contra el modelo de Javier Milei y a favor de la propuestas del candidato a presidente Sergio Massa.
A través de un mensaje en redes sociales, Leo Bilanski, presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales (ENAC), que nuclea a más de 200 pymes locales, expresó que "quería mandarle un mensaje al presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja. Estamos a días de elegir entre dos modelos de Argentina, uno de trabajo y producción y otro de anarquía y ausencia total del Estado".
En este contexto, agregó que "no lo escuché expedirse en los medios de comunicación a favor del proyecto de Sergio Massa y Agustín Rossi, que es el que ha regado de créditos y subsidios a la suma de los asociados a la UIA a lo largo de estos últimos cuatro años". Y fue muy directo al completar que, sin embargo, "dirigentes del Comité Ejecutivo de la UIA, llaman a los empresarios industriales que se expiden en los medios, en sus provincias o ante sus trabajadores, para callarnos y cancelarnos. No es una actitud democrática, Funes de Rioja. Yo, como representante de más de 200 industriales estoy absolutamente en contra de esas actitudes poco democráticas a 40 años del retorno de la democracia a la Argentina".
Por último, Bilanski le advirtió a Funes que "el día que te metas con un empresario de ENAC, a llamarlo, a cancelarlo, te voy a ir a buscar a la UIA". La situación de tensión se da, tal como viene reflejando este diario, porque la mesa chica de la central fabril sugirió no dar expresiones políticas en el medio de la campaña. Esa idea tuvo éxito relativo, porque hubo cabos sueltos que dejaron expuesta la movida.
Los casos más emblemáticos son los del químico de Santa Fe, Guillermo Moretti, y la autpartista bonaerense Carolina Castro. El primero, fue punta de lanza al mencionar la preocupación de la UIA por la agenda no fabril de Milei y por haber pegado el faltazo al encuentro con los empresarios de la central. La segunda, firmó un documento con 1000 mujeres de diferentes rubros dando las razones para "no votar" a la fórmula Milei/Victoria Villarruel.