La Libertad Avanza, en su obsesión por instalar el fantasma del fraude, había presentado ante la jueza electoral María Servini una denuncia contra la Gendarmería, pero uno de sus apoderados, Santiago Viola, citado por la fiscalía para que lleve las pruebas, declaró bajo juramento este viernes que en realidad no era una denuncia. "No hemos denunciado el accionar de ninguna fuerza de seguridad", dio marcha atrás como si nada. Decir y desdecir ha sido una constante de la campaña de Javier Milei. La realidad es que la presentación "ponía en conocimiento" (sic) que la Gendarmería había cambiado el contenido de las urnas y alterado o sustituido actas de la votación en la elección general. "Un fraude colosal", afirmaba. Viola dijo que solo se basaron en "comentarios en redes sociales y algunas notas periodísticas y testimonios recabados personalmente que hacían referencia a los hechos puestos en conocimiento". Avisó que Karina Milei no podía asistir a la citación y que, de todos modos, "no posee ninguna información que pueda agregar".
En las últimas semanas, referentes de LLA reforzaron de manera notoria un discurso destinado a instalar la idea de que puede haber fraude en el balotaje (obviamente, si ellos pierden) y advirtieron sobre la supuesta falta de transparencia en el proceso electoral. El propio Milei dijo en una entrevista con el periodista Jaime Bayly que "hubo irregularidades de semejante tamaño que ponen en duda el resultado", en alusión a las generales. Pese a eso, no hicieron denuncia judicial alguna en ese momento. Ahora empezaron a hablar de que hubo rotura y robo de boletas y fue el argumento que usaron para justificar que entregaron una cantidad insuficiente de boletas para cada mesa. Dicen que las van a reponer sus fiscales. En una presentación judicial -ante Servini, el miércoles pasado- elaboraron la disparatada teoría de que los gendarmes abren las urnas y cambian las actas de recuento de votos de cada mesa. Ayer, cuando faltaban minutos para que comenzara la veda electoral, el candidato "libertario" salió a decir que "en el oficialismo son capaces de cualquier tipo de artilugios".
Frente a este panorama la Cámara Nacional Electoral, por decisión de sus tres integrantes, Alberto Dalla Vía, Santiago Corcuera y Daniel Bejas, convocó a los apoderados de LLA y de Unión por la Patria a una reunión para hoy con el objetivo de "preservar la convivencia democrática". Irán Karina Milei y Juan Manuel Olmos. Este tribunal ya tuvo un severo pronunciamiento después de la primera vuelta, ante las primeras expresiones de Milei, cuando se refirió a "invocaciones de fraude sin fundamento que en estos días desinforman a la opinión pública y socavan a la democracia como sistema de creencias compartidas". Además repasaba los mecanismos de participación y controles que ofrecen garantías.
"Lo primero que tiene que saber el ciudadano es que cuando nosotros decimos que el sistema es robusto, seguro y confiable es porque las palabras encuentran fundamentos en los hechos reales", explicó el subsecretario de la Cámara Nacional Electoral, Gustavo Mason, en diálogo con la AM750. "Desde 1983 -subrayó- es la primera vez que sucede una situación de desconfianza de parte de una agrupación política".
Ni una prueba
Tras la acusación de los apoderados de LLA ante el juzgado de Servini donde ponían en duda la actuación de la Gendarmería y hasta describían el supuesto mecanismo de fraude, el fiscal con competencia electoral Ramiro González los citó de inmediato para que presentaran las pruebas de tan (en apariencia) grave imputación. La apoderada de Milei faltó porque, informó su colega Viola, "le era imposible llegar en el horario en el que fue citada". De todas maneras pidió que quedara sin efecto su convocatoria ya que no tenía "información para agregar". Viola tampoco, incluso retrocedió.
El apoderado declaró que no habían hecho una denuncia sino que fue "una presentación con el objetivo de que se extremen los recaudos en el traslado de urnas de cara a la segunda vuelta con la única intención de aportar a la transparencia y la legalidad de las elecciones". Le habían pedido a la jueza custodiar con sus fiscales el traslado de las urnas y ella les respondió que es parte de la función que el Código Electoral les garantiza. En la denuncia explicaban que se basaban en comentarios de las redes sociales y los relatos que les ofrecieron algunas personas en forma anónima. También dijo Viola: "No hemos denunciado el accionar de ninguna de las fuerzas de seguridad, que confiamos extremarán los recaudos". Ante preguntas específicas reconoció que su partido no había denunciado ninguna anomalía en la primera vuelta de la elección presidencial.
Lo que LLA había puesto por escrito es que los gendarmes "cambian el contenido de las urnas y la documentación por otras que modifican en favor del partido gobernante y de Sergio Massa, lo cual altera considerablemente el resultado electoral". "En un simple ejemplo" -añadían- si la documentación original daba 40 votos a LLA y 10 a UxP invertían esa anotación. "Modifican lo debidamente establecido en las actas", señalaron. Pero además de describir la operatoria, la presentación detallaba que habría tenido lugar en la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, Misiones, Chaco y Tucumán (a las que asociaba con el reparto de planes sociales) y Santiago del Estero, La Rioja, Jujuy, Santa Cruz, Formosa "y seguramente otras provincias". Ahí concluía y afirmaba: "el fraude fue colosal".
Viola entregó algunos ejemplos de las publicaciones que los habían inspirado. Uno, del usuario @ArgentoProm, en la red X (exTwitter) decía: "Santiago del choreo: en la provincia donde Sergio Massa ganó con el 80 % de los votos, detuvieron al escuadrón de gendarmes encargado de custodiar las urnas. Coimas y hechos delictivos. Toda la cúpula de la gendarmería involucrada. Se secuestran USD 150 millones". En otra imagen de un posteo del usuario @chespiroto podía leerse: "Al cambio de urnas lo hace la Gendarmería. En el conurbano las mueven las ambulancias que son del gremio de Moyano y no las puede parar la Policía. Esto lo hacen el sábado a la noche antes de las elecciones". La misma cuenta comentaba: "Hay como un mito de que si cantás fraude sos antidemocrático. Pero lo antidemocrático es no denunciarlo". El apoderado sumó una nota del diario El Liberal de Santiago del Estero, que relata la detención de 12 personas por supuestas coimas ligadas a la Gendarmería. Hablaba de allanamientos y la incautación de "140 mil dólares y 23 millones de pesos en efectivo". Es evidente que esto no es prueba de nada. El fiscal González consideró que no había razones para avanzar ni pedir ninguna medida.
Como explicó el periodista Raúl Kollmann, uno de los aspectos delirantes de la teoría contra la Gendarmería es que los propios fiscales se llevan antes copia del acta, le sacan foto y la mandan al fiscal general de su partido y a quien quieran, todo esto antes de que se carguen las urnas al vehículo donde las llevarán los gendarmes pero, además, los presidentes de mesa deben volcar el resultado, también previamente, en un telegrama que se manda al centro de cómputos. Todo eso sin contar que en la primera vuelta con los 1.800.000 votos de diferencia que llevaron a Massa a salir primero, hubieran hecho falta miles de gendarmes para ejecutar la maniobra que describió LLA.
Fakes al desnudo
A la que no le causó gracia que se involucrara a la Gendarmería fue a la candidata a vicepresidenta de LLA, Victoria Villarruel, que tiene un especial apego a las fuerzas de seguridad y las fuerzas armadas, además de su reivindicación del régimen dictatorial. Al parecer no fue consultada sobre la presentación, de la que se desligó. "Yo quise siempre dar un mensaje de apoyo a la Gendarmería. Pueden haber ocurrido situaciones puntuales que la Justicia deberá investigar. Pero sabemos que los hombres de la Gendarmería están con La Libertad Avanza", señaló Villarruel.
La creación de un clima enrarecido y de sospecha sobre la transparencia de la elección ya se vivió en Estados Unidos y Brasil, donde tanto Donald Trump como Jair Bolsonaro respectivamente se negaron a admitir sus derrotas, de ahí la toma del Capitolio y el asalto al Palacio del Planalto. El asesor digital de Milei, Fernando Cerimedo, fue también asesor de Bolsonaro y quien acuñó en Brasil la teoría del fraude.
Habrá que ver aún qué pasa con las boletas y cuántos fiscales envía LLA a los establecimientos donde se votará, para intentar garantizar la reposición. Las juntas electorales de CABA y la provincia de Buenos Aires ya advirtieron que la falta de boletas es responsabilidad exclusiva de las fuerzas políticas (que recibieron 258 millones de pesos para imprimir el doble de las necesarias). En una de las resoluciones subrayan que la falta de boletas no puede interrumpir la elección.