La justicia federal desbarató en los últimos días una banda narco con miembros colombianos pero liderada por un rosarino, que traían cocaína de Bolivia, Perú o Paraguay con aviones que decolaban en una pista de aterrizaje con hangar incluido dentro del recoleto barrio privado Campo Timbó. allí se secuestraron dos avionetas y se detuvo a cuatro personas. En tanto en Carrizales, se incautó otra avioneta de la misma banda. La droga era arrojada desde el aire en diversos campos de la provincia, que luego era distribuía en el país o exportada a través de la Hidrovía. La pesquisa judicial que llevó tres años, también avanzó sobre las empresas adquiridas para lavar el dinero ilícito, generado por lo menos desde 2018: el Teatro Vorterix de Rosario y su par de Mar del Plata, con radios incluídas, dos locales gastronómicos como las pizzerías "Affascinante" de Mendoza y Vera Mujica, que ya cerró sus puertas, y una similar en Cafferatta y Catamarca, dos empresas de taxis, una firma dedicada al biodiésel, otra de reciclado de neumáticos y el colmo: la firma VyA Digital, dedicada a la publicidad callejera y luces led que contrató la comuna de Alvarez para su servicio de cámaras de seguridad comunitaria. Es que uno delos detenidos de la banda vive justamente en ese pequeño pueblo cercano a Rosario. El operativo "Cosecha blanca", concretado entre finales de octubre y principios de este mes, fue llevado a cabo por la sección de Investigaciones de Antidroga de Gendarmería, que detuvo a 13 sospechosos con tres avionetas, 39 mil dólares, 6 millones de pesos y 5 armas. Entre los arrestados hay pilotos. Hay diez prófugos, entre ellos, el presunto líder y dos cabecillas.
El listado de empresas a los que la justicia federal echó mano son Remitaxi y Taxideral; otra de compraventa de vehículos a través de la agencia J.B. Exclusivos y la ya nombrada VyA Digital dedicada a la venta, armado y colocación de pantallas LED, cartelería, sonido, afiches e impresos para eventos públicos y privados. También los investigadores federales analizaron Glycine, dedicada a la adquisición, reparación y reventa de maquinaria agrícola, explotación de establecimientos rurales, ganaderos y agrícolas para el cultivo de granos, cereales y oleaginosas así como la compra, venta, importación, distribución y acopio de materia prima y agroquímicos. También invirtieron en la fabricación de biodiésel y aceite hidráulico. La planta en cuestión funcionaba en una campo de Gálvez, pero debió ser trasladada a la localidad de Álvarez. El motivo de la mudanza fue la del dueño del campo: se trataba de Sebastián Romera, acusado por el tráfico de 400 kilogramos de clorhidrato de cocaína descubierto en junio de 2021 a bordo de un BMW estacionado en una cochera de Villa Gobernador Gálvez.
El listado de empresas usadas por el grupo se completa con Adelante Broker Inmobiliario, Ladrillera Rosario, para la compraventa de materiales de construcción y el alquiler mensual de cocheras con lavadero situadas en dos locaciones: Pueyrredón al 500 y Vélez Sársfield al 700.
Trece personas -cuatro ciudadanos colombianos y el resto, argentinos- fueron detenidas entre fines de octubre y principios de noviembre e indagadas en los últimos días por el Juzgado Federal N°3 de Rosario, a cargo del juez Carlos Vera Barros, imputadas de integrar una organización dedicada al contrabando de estupefacientes mediante la utilización de avionetas y rutas aéreas no autorizadas, y de llevar a cabo el lavado del dinero proveniente de esa actividad, entre otros delitos. Los procedimientos tuvieron como resultado el secuestro de tres avionetas -que habrían sido utilizadas para trasladar la droga desde países limítrofes-, teléfonos celulares, equipos de geolocalización, computadoras y dinero en efectivo.
La investigación que derivó en las detenciones fue realizada por la Fiscalía Federal Nº3 de Rosario, a cargo de la fiscal Adriana Saccone, junto a la fiscal coadyuvante Federica Tiscornia, los fiscales coadyuvantes Martin Gambacorta y Santiago Alberdi, la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) -a cargo del fiscal federal Diego Iglesias y con la intervención de los fiscales coadyuvantes Martín Uriona y Matías Scilabra, y la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC), a cargo del fiscal general Diego Velasco y el fiscal coadyuvante Juan Argibay Molina.
Los procedimientos tuvieron lugar entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre pasados y se comprobó que una de las aeronaves -secuestrada luego de su aterrizaje en un hangar privado- presentaba una ruta en curso en GPS desde el Estado Plurinacional de Bolivia.
De acuerdo a la investigación, la organización tenía como finalidad principal el desarrollo de diferentes maniobras vinculadas con el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes -en particular, cocaína-, en sus diferentes etapas (obtención, traslado y distribución comercial), como también la realización de otras conductas delictivas con el objeto de darle apariencia lícita a los bienes producidos como consecuencia de la actividad criminal principal.
La causa judicial tuvo su origen en agosto de 2020, cuando efectivos de la Gendarmería Nacional se presentaron en una zona rural de Cañada de Gómez en el momento en que dos personas esperaban un cargamento de estupefacientes a través de avionetas. Los sospechosos intentaron escapar y protagonizaron un siniestro vial que les produjo la muerte. A partir de ese episodio, se llevaron a cabo distintas tareas de campo, análisis de información e intervenciones telefónicas que permitieron individualizar a los integrantes del grupo y los roles desplegados por cada uno.
Por su parte Carlos Garnero, propietario del country Campo Timbó, relató que conoció a las personas que alquilaron el predio con la condición de que iban a construir un hangar – que en dos meses lo terminaron – y el destino que le iban a dar. "La construcción del hangar estaba dentro de las condiciones planteadas dentro del contrato de alquiler del predio donde ya había una pista de aterrizaje". El contrato sería a 30 años. "Hablé con 'el dueño del circo' que vino a verme junto con su familia con la propuesta, recomendados por el estudio jurídico que me asesora y que era también su cliente'", se disculpó Garnero. "Puedo haber pecado de demasiado confiado en el proceso de negociación y terminamos saliendo en los diarios", dijo. Curiosamente, el abogado que hace mención Ganero y que es el apoderado de Campo Timbó es el mismo abogado del narco prófugo que, al igual que su cliente, también está prófugo.