Virginia Gianonni fue elegida, junto a su hermana Ana, por Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora para escribir su historia. Colaboraban con ellas desde hacía tiempo, y prefirieron reflejar la voz de las Madres, antes que hablar de y por ellas. Las Viejas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, se llama el libro que Virginia terminó coordinando sola porque Ana se fue a vivir al sur. Mañana, a las 19, en La Vigil (Alem 3078) se presenta en Rosario con la prometida presencia de las Madres de la Plaza 25 de mayo, Norma Vermeulen y Elsa Chiche Massa. "Para mí ellas fueron escuela de mujeres, hoy lo advierto", dice Gianonni, periodista, integrante del colectivo Ni Una Menos. "Tengo base machista como muchas de nosotras, y yo me doy cuenta ahora, hoy entiendo que era un camino para conocerme, para entender la función del lazo femenino", adelanta Gianonni.
Si bien tiene alguna referencia sobre la historia de la biblioteca popular Vigil, también admite que llegó allí por una trama de afectos. El más importante es Lucas Mac Guire, rosarino radicado en Rosario, e impulsor de la presentación. Virginia ya estuvo en Rosario para el Encuentro Nacional de Mujeres, pero hoy vuelve a presentar un libro donde hablan las integrantes de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. "Hace unos tres años, cuando todavía muchas iban a las reuniones, ellas se daban cuenta de que en breve no iban a poder seguir haciéndolo, por una cuestión de cuerpo, de cansancio. Ellas decidieron escribir algo, y como yo hice una muestra con los recordatorios y mi hermana trabajaba en el Archivo, nos convocaron. Pero no quería escribir yo. Me sale mejor dar la palabra que tomarla", retoma Virginia sobre el proceso que terminó con el libro publicado por Marea.
Para la autora del libro, hoy es indisoluble la lucha de las Madres de Plaza de Mayo con la movilización de mujeres para reclamar contra femicidios y violencia machista. "Lo que pasa en esas Madres es trama femenina y la política entendida como política real, por fuera de las estructuras, de los medios, con una tenacidad que sólo las minas podemos, y ocupando el espacio público con el cuerpo políticamente activo, que no olvida y que no reniega de su condición de privado. La mujer arrojada del espacio privado que sale a la calle y que se lleva el espacio privado a la calle, no necesita renegar de eso", conceptualiza Virginia sobre las enseñanzas vigentes de Las Madres.
Como ejemplo, recuerda que este año, antes del 3 de junio, hicieron una conferencia de prensa para convocar a la marcha Ni una Menos, de la que participaron familiares de mujeres asesinadas y ella invitó a las Madres. Fueron Nora Cortiñas, Mirta Baravalle y Elia Espen. "Ellas están viejas, les cuesta mucho mover los cuerpos y esto les da bronca, pero fueron las tres, escuchando silenciosamente a todos los familiares, los contuvieron, yo veía que les daban la mano por debajo de la mesa, los sostuvieron y cuando terminaron de escuchar, una de ellas, Elia, dijo que después de escuchar todo eso, tan tremendo, lo único que podía decir es que es momento de organizarnos: 'Nos podemos morir tranquilas, porque sabemos dónde están las banderas. Lo que pasa ahora pasa acá, es con las mujeres, los derechos humanos ahora pasan por las mujeres'", relató Virginia sobre ese momento.
Para la periodista, "no por nada todo esto salta ahora y nosotras tenemos una escuela en la relación entre ellas, que atraviesa las clases, que atraviesa los mitos, es maravillosa". Por eso, está convencida de que "algo nos convierte a las mujeres hoy en la calle en herederas de una trama política que ellas asumieron".