La crisis institucional desatada en Uruguay en torno a la figura del vicepresidente Raúl Sendic llegó a su punto culminante con la renuncia del cuestionado número dos del Ejecutivo. Sendic oficializó su dimisión hoy al presidente Tabaré Vázquez y ante el plenario del Frente Amplio por las denuncias sobre su gestión en Ancap y sobre su falso título universitario.
El ahora ex vicepresidente, de 55 años, confirmó su renuncia esta mañana a través de su cuenta de Twitter, y luego en persona ante el Plenario del Frente Amplio. "Vengo a poner a disposición de ustedes la Vicepresidencia, de verdad, vengo aquí a renunciar a la vicepresidencia de la República. Y lo vengo a hacer aquí en este organismo", aseguró en el partido.
Sin embargo, en términos formales, falta la renuncia ante el Congreso, por escrito, para hacerla efectiva. Una mayoría simple que se pronuncie a favor marcará el fin de una vicepresidencia de cinco años que apenas llegó a la mitad del mandato.
El cargo lo ocupará Lucía Topolansky, actual senadora y esposa del ex presidente José Mujica. La Constitución marca que ante el vacío de la vicepresidencia debe asumir el senador de la lista más votada. En teoría, correspondería que subiese Mujica, pero la Carta Magna se lo impide por no haber pasado un período presidencial completo desde que terminó su mandato. Como la ex primera dama le sigue en esa lista de senadores, le corresponde a ella ocupar la vicepresidencia.
La permanencia de Sendic en el cargo se había visto seriamente cuestionada tras el informe del Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio. Sendic había dicho que “después que se pronuncie la Justicia y el Trbunal” tomaría “con serenidad” las “decisiones que haya que tomar”. La renuncia se precipitó al filtrarse que el informe del Tribunal no lo dejaba bien parado, a lo que se sumaron las presiones internas en el Frente Amplio. El propio Vázquez había tomado distancia cuando en una entrevista dijo que si él hubiera sido observado por una falta ética, “me hubiera ido”.
En la caída de Sendic, hijo homónimo del mítico fundador de la guerrilla tupamara, tuvieron que ver dos temas: su gestión al frente de Ancap, la petrolera estatal, y los cuestionamientos en torno a un título universitario que no poseía. Sendic llegó en 2010 a la presidencia de Ancap y dejó el cargo en 2013, un año antes de ser elegido vicepresidente. En la campaña le llegaron planteos por las pérdidas de la empresa durante su gestión, mientras él defendía la instalación de papeleras y la megaminería.
Una vez en la vicepresidencia comenzaron los problemas. Una comisión parlamentaria concluyó que Ancap había sufrido pérdidas por malas inversiones e irregularidades. En junio, ya en medio de la polémica, Sendic afrontó la denuncia por el uso de una tarjeta corporativa de Ancap para comprar muebles, artículos electrónicos, ropa y joyas, en Uruguay y en el exterior. Los gastos por los que se lo acusó ascendían a algo más de medio millón de pesos uruguayos y a casi 40 mil dólares. Sendic calificó como “canallada” la divulgación de esos gastos, que derivaron en el expediente ante los órganos partidarios del Frente Amplio.
Mientras, el gobierno aprobaba un plan de rescate por casi 900 millones de dólares para sanear las cuentas de Ancap. Recién el año pasado se equilibraron las cuentas después de cinco años con balances deficitarios.
Para entonces, el vicepresidente estaba en el ojo de la tormenta por su título universitario. Sendic se presentaba como licenciado en Genética Humana. La prensa divulgó un diálogo suyo con una periodista, en el que admitía no tener ese título. Sin embargo, convocó a una conferencia de prensa y aseguro tener esa licenciatura.
Sendic salió airoso ante la Justicia tras una denuncia por usurpación de título universitario, gracias a que nunca ejerció y no existe esa carrera en Uruguay. Finalmente, reconoció no tener el título. "El error fue haber dejado que se pusiera un licenciado adelante del nombre porque en realidad no estaba validado en Uruguay, la verdad es que lo pagué caro", se justificó respecto de estudios que, alegó, había hecho en Cuba. “El error fue no haber continuado en Uruguay” a fin de hacer la validación del título, “pero me propongo hacerlo ahora", dijo. "Nunca mentí sobre eso, nunca lo usé. Erosionó mi credibilidad, fue un error y lo admito."
Con todo, la Universidad de La Habana no tuvo nunca esa carrera, de la que Sendic afirmó haberse recibido con medalla de oro. Como vicepresidente, figuró en documentos oficiales como “Lic.”
La renuncia se anticipó a una reunión de autoridades del Frente Amplio para reprobar públicamente la conducta de Sendic. Fuentes del partido aseguraron que no había acuerdo para retirar del dictamen las acusaciones de “malversación” y “enriquecimiento”. Sendic y sus seguidores pidieron que si se mantienen esos conceptos, deben ser girados a la Justicia para que investigue.