En 2015 la economía española logró crecer por segundo año consecutivo: el PIB se disparó al 3,2 por ciento, 1,8 puntos más que el ejercicio anterior. Durante esta salida del túnel, el número de ciudadanos que declaran un patrimonio neto superior a los 30 millones de euros no ha dejado de crecer y duplican con creces a los que había en el 2007. Según los datos sobre el impuesto de patrimonio publicados por el Ministerio de Hacienda, hasta 549 contribuyentes declararon poseer más de 30 millones de euros en el 2015. Son un 55 por ciento más que cuatro años antes –aún en recesión– y 2,3 veces el número que hace una década, antes de que estallara la crisis.