Al menos 61 muertos y más de 250 heridos es el saldo del terremoto de 8,2 grados en la escala Ritcher que remeció el territorio mexicano, seguido de 721 réplicas, reportó el Servicio Sísmico Nacional de México.

El terremoto que la noche del jueves sacudió el suroeste de México y una parte de Centroamérica es uno de los de mayor magnitud desde 1932 en el país, donde 159 municipios declararon el estado de emergencia. Fue tan fuerte que lo captó la estación sismológica ubicada en La Plata, al sur de la provincia de Buenos Aires. Las estimaciones iniciales indican que hasta 50 millones de personas estuvieron expuestas al terremoto en México y 37 millones lo percibieron de manera moderada o fuerte.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, decretó tres días de luto nacional por las víctimas del terremoto, a las que cifró de forma preliminar en 61 entre los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, en un mensaje emitido desde Juchitán, Oaxaca, a donde se desplazó para realizar un recorrido de las zonas afectadas. La región más duramente golpeada por el movimiento telúrico es la del Istmo de Tehuantepec, en especial Juchitán. El mandatario dijo que 45 personas murieron en Oaxaca (sur), 12 en Chiapas (sureste) y 4 en Tabasco (sureste).

México está en una zona de alta sismicidad debido a la interacción de cinco placas tectónicas: la de Norteamérica, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la del Caribe. Según datos de la Universidad Autónoma Nacional de México, el país tuvo el año pasado 15.400 sismos.

La prensa local informa que el uso de tecnología, como aplicaciones en los teléfonos celulares SkyAlert o Alerta Sísmica, permitió salvar vidas.

También se disparó un alarma sonora en México DF, insistiendo por 8200 megáfonos desplegados en la capital a que sus 20 millones de habitantes descendieran en masa a las calles, incluso en pijama.

En Juchitán el sismo provocó que reventaran las ventanas y escaparates de muchos establecimientos, todavía cerrados por miedo a saqueos ante la falta de agua y víveres.

Este es el escenario de caos que se vive en este municipio oaxaqueño, uno de los estados más pobres del país pero también reconocido por su historia, su folklore y su esencia indígena.

Afortunadamente, no toda la costa del Pacífico de Oaxaca se vio afectada de la misma manera por este gran sismo que impactó en más de diez estados de todo el país y lo sintieron hasta 50 millones de personas.

La localidad de Huatulco y buena parte de la carretera entre este balneario turístico y Juchitán, de unos 200 kilómetros, se encontraba en perfectas condiciones.

No obstante, cerca de Juchitán había peligrosos desprendimientos de tierra y grandes rocas en medio de la vía, que no impedían que camiones y autobuses con pasajeros transitaran por ellas.

Por el contrario, los edificios y viviendas, de cemento, madera o aluminio, construidas al lado del eje carretero no presentaban mayores desperfectos.

Por otro lado, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala reportó 4705 afectados por el potente sismo y que de ellos 90 fueron evacuados por estar en riesgo.

El terremoto se sintió muy fuertemente en 14 de los 22 departamentos que tiene Guatemala, a una magnitud de 7,7 en la escala de Richter, especialmente en San Marcos, Huehuetenango y Quiché, fronterizos con México. Sufrieron cuantiosos daños, pero no tuvieron víctimas fatales.