“El fusilado que vive” le cambió la vida a Rodolfo Walsh. De esa frase epifánica –que escuchó en una tranquila noche de verano de fines del 56, mientras jugaba ajedrez en un bar de La Plata– surgió Operación masacre, el libro que fundó el nuevo periodismo al narrar la masacre del 9 de junio de 1956 en José León Suárez con las herramientas de la literatura. A cuarenta años de la desaparición de Walsh, la IV edición de Córdoba Mata, Encuentro Internacional de Literatura Negra y Policial que empezará el mañana (lunes) y se extenderá hasta el jueves 14 bajo el lema “Los libros y las armas”, tendrá una jornada inaugural dedicada a indagar en las distintas dimensiones de la obra del autor Los oficios terrestres como escritor y personaje de novelas policiales, y como ideólogo del “non fiction”, género cuyo creador autoproclamado fue Truman Capote con A sangre fría. El único festival de literatura negra que perdura en el país contará con la participación de David Knutson (Estados Unidos), Gian Luca Campagna (Italia), Alfredo Noriega (Ecuador), Bernardo Fernández Bef (México) y Juan Colil Abricot (Chile) junto a los argentinos Rita Segato, Marcelo Figueras, Liliana Escliar, María Inés Krimer, Susana Romano Sued, Marcelo Luján, Leonardo Oyola, Mariano Quirós, Gustavo Abrevaya, Kike Ferrari, Guillermo Orsi, Pablo Yoiris, Miguel Gaya, Javier Chiabrando, Eduardo Goldman, Juan Chico, José María Gatti, Jorge Yaco y Jacqueline Vassallo, entre otros.
¿En qué sentido el género negro es un arma, a propósito del lema de esta edición de Córdoba Mata? “En realidad, el arma contra la ignorancia es la lectura y se opone a la naturaleza bélica de esta sociedad. Nos cambia la vida, nos modifica. En Gijón, un mural alertaba que leyendo se vive dos veces. Otro, que la rebelión empieza leyendo. El lema del Foro del Libro y la Lectura creado por Mempo Giardinelli es ‘leer abre los ojos’. Y si los temas que ventilamos son el exterminio de los pueblos originarios, la violencia de género, la represión política y los desaparecidos, el envenenamiento de la tierra, el aire y el agua, el muro entre Estados Unidos y el resto de América –porque no es solo contra los mexicanos–, las cárceles, las migraciones nacidas de la violencia política y la pornografía como género maldito, bueno, lo menos que esperamos es que los lectores que nos acompañen se vayan con curiosidad para leer e investigar sobre aquello de lo que no se quiere hablar –plantea el escritor cordobés Fernando López a PáginaI12–. Democratizar el conocimiento desde el género negro nos parece una tarea encomiable, como lo fue en su tiempo arrebatar a los monasterios el monopolio de los libros manuscritos con la invención de la imprenta”.
López, creador de este festival de literatura negra y policial en el marco de la Feria del Libro de Córdoba, abandonó su carrera de juez penal para dedicarse a la literatura. Entre las novelas y cuentos policiales que ha publicado, se destaca la saga protagonizada por el detective Philip Lecoq: Falsa rubia con tacones, Animales de la noche, No te rías si me muero y Todo y nada es la verdad. En la programación de esta edición habrá charlas sobre “Pornografía y censura en la literatura y el cine”, “Narrar, coger y morir en la novela negra”, “Volver a la madre, mirarse en el espejo” (raza y nación en América latina), “Héroes populares y traidores: el cuervo negro sobrevuela los panteones”, “Pesadillas, hambre, pestes, y otras formas de matar”, “Bestias, zombies y vampiros” (la construcción de la monstruosidad), “Una sombra se esconde entre los secretos familiares” y “Carne picada: cárceles, muros, alambradas”, entre otros temas. “Ser el único festival de literatura negra es todo un desafío”, reconoce López. “Córdoba Mata no ha dejado de expandirse, no solo geográficamente –estamos en Córdoba, San Francisco, Cura Brochero y Mina Clavero, también en Río Cuarto el año pasado–, y no se limita a la semana central en la Feria del Libro. Hay actividades todo el año: ciclos de cine negro –francés, español y argentino–; videoconferencias internacionales a través de la red Anilla Cultural Latinoamérica-España; un concurso de novela que ya cumplió tres años y cuyo premio es la publicación por la editorial cordobesa Raíz de Dos; y en octubre aparecerá el número cero de la revista Tugurio, la revista oficial del evento. Deseamos fervientemente que vuelvan a realizarse BAN!, Azabache y se sumen otros, como ocurre en España, Italia, México, Francia, países en los que conviven varios festivales por año, como respuesta a la curiosidad que despierta el género negro”.
El festival desplegará una actividad especial en el Archivo Provincial de la Memoria, una visita guiada para todos los escritores extranjeros, y la proyección de documentales sobre la historia del centro clandestino de detención denominado D–2. “La novela es territorio de ficción y también de esparcimiento, en el que aparecen las luchas, fracasos, amores y deseos de las generaciones pasadas y presentes. La ficción se entrena en curiosear y revelar estos asuntos desde un punto de vista que no es antropológico ni científico, que se cuestiona desde lo íntimo de cada personaje –reflexiona López–. Aun en las novelas de anticipación se puede adivinar el presente cercano. Y leyendo cualquier novela negra es posible respirar el clima contemporáneo de su tiempo”.