La deuda en Lebac del Banco Central alcanzó el billón de pesos. El stock de estas letras se ubicó en 1 billón 23.912 millones de pesos el 7 de septiembre, según el último informe monetario diario de la entidad. El monto era de 296.182 millones de pesos cuando Federico Sturzenegger comenzó la gestión en diciembre de 2015. Esto implica que la autoridad monetaria incrementó su deuda un 245 por ciento en veinte meses. Este endeudamiento no fue gratuito. Se pagaron 310.081 millones de pesos en intereses desde el inicio del Gobierno de Macri, de los cuales 136.646 millones de pesos se desembolsaron en lo que va de 2017. El Central ya está pagando 743 millones de pesos por día en intereses de Lebac, una cifra idéntica a lo que cuesta la construcción de un hospital, y en los 110 días que restan para terminar el año deberá abonar unos 82.000 millones de pesos más por intereses.
Las letras de la autoridad monetaria se transformaron a partir de 2016 en el principal canal de promoción de la bicicleta financiera. El año pasado fue uno de los instrumentos más rentables del mundo, al comparar la ganancia que arrojaron en moneda dura respecto de otras inversiones como la de los bonos regionales o las acciones de las empresas de tecnología de Wall Street.
La prensa internacional llegó a plantear que las Lebac transformaron a la Argentina en un paraíso financiero para especuladores. “Desde que asumió el Gobierno no han cesado de llegar millones de dólares, hasta inundar el país. Pero pocos billetes verdes traídos por los extranjeros van a la economía productiva, esencial para generar nuevos puestos de trabajo y crecimiento, sino que se derivan hacia el gran negocio de prestar al Estado y obtener a cambio rendimientos fabulosos”, dijo el diario El País de España a mitad de junio de este año. Agregó que “la estrella de la era macrista han sido las Letras del Banco Central (Lebac) en pesos, a una tasa anual del 26,25 por ciento. Combinadas con un dólar estable, que en algunos momentos del año pasado incluso se depreció frente al peso, permitieron obtener picos de rentabilidad de hasta el 50 por ciento en 2016.”
Los movimientos cambiarios de julio y los primeros días de agosto de 2017 generaron cierta incertidumbre respecto de si la autoridad monetaria iba a poder sostener el stock de Lebac o si se iba a pinchar la burbuja provocando mayores presiones sobre el tipo de cambio. Finalmente, el resultado de las PASO llevó calma al mercado y moderación de las tensiones con el dólar. Los inversores volvieron a apostar por el negocio de la bicicleta financiera y el stock de Lebac desde el 14 de agosto pasó de 969.814 millones a 1 billón 23.912 millones de pesos. El resultado fue que el Central superó el billón de pesos en deuda con Lebac.
La autoridad monetaria avaló esta nueva ronda de bicicleta financiera al permitir que la tasa de interés que se paga en el mercado secundario suba de 26,5 a casi 27,5 por ciento, en un momento que el tipo de cambio se muestra tranquilo. Estos rendimiento generan fuertes dificultades para la economía local, puesto que desincentiva la puesta en marcha de inversiones productivas y estimula la especulación. En los últimos meses, cuatro de cada cinco dólares que ingresaron del exterior para inversiones se destinaron a las finanzas, mientras que el restante fue a producción. Los datos fueron publicados en el balance cambiario del Banco Central.