Los aumentos de precios de los alimentos y las subas en las cuotas de las prepagas impulsan la inflación. El denominado IPC Congreso difundido por un conjunto de legisladores opositores arrojó en agosto un incremento del 1,5 por ciento mensual y registran un aumento del 24,1 por ciento interanual. Durante los primeros ocho meses de 2017 la cifra que se construye promediando mediciones privadas acumuló un alza del 15,7 por ciento. Las estimaciones del Indec se conocerán hoy. Los informes oficiales vienen arrojando variaciones por debajo de las publicadas por institutos estadísticos provinciales, universidades y consultoras. Incluso cuando se mantenga esa tendencia es improbable que el Banco Central cumpla con su meta de inflación del 12-17 por ciento. Para que los aumentos de precios se ubiquen por debajo del 20 por ciento interanual las subas no deberían superar el 1,0 por ciento mensual entre septiembre y diciembre. El sostenido ritmo de aumento en los alimentos así como las subas previstas en las tarifas y los combustibles colisionan con la pretensión del Gobierno.
“El consumo, principal variable dinamizadora del modelo económico anterior (y el principal componente de la demanda agregada), se encuentra actualmente más rezagado”, advirtió Ecolatina. El informe de la consultora sostiene que “a pesar de la paulatina recuperación del gasto de las familias, las ventas de bienes de consumo masivo aún no repuntan”. Sin embargo, el documento difundido ayer indica que los canales mayoristas y tradicionales aumentan las ventas en contraposición de la caída en supermercados e hipermercados.
Un relevamiento de la consultora Kantar WorldPanel indicó que tras la caída de 4 por ciento anual de 2016, la adquisición de bienes de consumo masivo exhibió una contracción de 3 por ciento en los primeros seis meses del año. Desde Ecolatina sostienen que, no obstante, la evolución de las ventas de estos bienes muestra un comportamiento heterogéneo entre los distintos canales de comercialización. En el primer semestre de 2017, la facturación de los hipermercados y supermercados acumula una caída superior al 10 por ciento. Por el contrario, en la primera mitad del año, las familias aumentaron sus compras en torno al 25 por ciento en el canal mayorista y alrededor del 8 por ciento en almacenes.
De acuerdo a Ecolatina, en lo que va del año los precios en los comercios mayoristas y tradicionales evidenciaron un alza más moderada respecto a la registrada en los supermercados e hipermercados. Mientras que en los dos primeros canales el aumento de la canasta acumuló un alza en torno al 14,5 por ciento en los primeros ocho meses del año (1,7 por ciento promedio mensual), en los supermercados el incremento fue superior al 18 por ciento (2,1 promedio mensual).
La semana pasada se conoció el resultado del relevamiento del Instituto Estadístico de los Trabajadores de la UMET. La inflación del mes pasado se ubicó en el 1,4 por ciento, lo que representa un salto del 25 por ciento interanual. Las mediciones del IET permiten estimar el impacto de los precios sobre los distintos segmentos de la población: cuando se contabiliza la inflación acumulada desde noviembre de 2015 se puede observar que el 10 por ciento de menores ingresos acumula subas del 81,5 por ciento mientras que el 10 por ciento más acomodado experimentó aumentos del 62,1 por ciento (19,4 puntos de diferencia).