La designación por parte del Reino Unido de un militar, Nigel Phillips, como “gobernador” de la ocupación colonial británica sobre las Islas Malvinas fue interpretado como una señal de fortalecimiento de la base militar instalada allí desde la guerra de 1982 y un endurecimiento sobre el débil reclamo de soberanía que el gobierno del presidente Mauricio Macri asume sobre el archipiélago austral. Para el diputado del FpV-PJ, Guillermo Carmona, la designación de un militar al frente de Malvinas “va de la mano de la carta de la primera ministra británica Theresa May (enviada a súbditos de la corona en las islas) donde le reclama al gobierno argentino los compromisos incumplidos en el tratado firmado en 2016 para acordar un régimen legal de pesca e hidrocarburos, como dice el documento, ‘para remover los obstáculos que impidan el desarrollo sustentable de las islas’”. “Esto demuestra que el acuerdo que el Gobierno intentó negar como es un tratado diplomático y un tratado obligatorio que relega el reclamo soberano de nuestro país y entrega sus recursos naturales”, sentenció Carmona ante PáginaI12.
La designación de un militar al frente de la ocupación colonial de Malvinas rompe con la tradición de la corona británica de nombrar diplomáticos en los que el Reino Unido denomina “territorios de ultramar” y que en el caso del archipiélago de plataforma continental argentina ocupa ilegalmente desde 1883. Phillips, un miembro de la real fuerza aérea de 54 años, tiene una maestría en estudios de “Defensa, Militares, Cuestiones Políticas e Internacionales” y estudió administración de empresas.
Un combo ideal para las pretensiones británicas sobre las islas: reforzar la base militar nuclear que montó en las islas tras la guerra del 82 y avanzar sobre sus recursos naturales. Medidas que la premier británica expresó en una carta a los isleños a mediados de agosto en la que reiteró el apoyo del Reino Unido al “derecho de autodeterminación” de los habitantes de las islas y reclamó que el gobierno argentino “cumplir con sus compromisos públicos”. La referencia de May en sobre el tratado de “cooperación” que el 13 de septiembre de 2016 la ex canciller Susana Malcorra firmó en el Palacio San Martín con el Foreign Office británico, representado por su vicecanciller Alan Duncan.
“El nombramiento de un militar va en sintonía con la intención del Reino Unido en generar condicionamientos en materia económica y el avance de autorizaciones en la exploración de hidrocarburos, que el gobierno británico ya pactó con inversiones millonarias con las empresas petroleras Premier Oil y Rockhopper”, agregó Carmona.
Una avanzada que, según el diputado mendocino, facilitó con la firma del tratado bilateral de 2016 (que incluye cooperación sobre pesca, navegación e hidrocarburos) y la “debilidad del reclamo argentino sobre la soberanía que resquebraja el respaldo regional”.
La ex canciller Malcorra nunca concurrió a la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados. En su lugar, su vicecanciller Carlos Foradori dio explicaciones poco convincentes. “Básicamente no se ha hecho un acuerdo, se ha hecho una hoja de ruta”, trató de explicar.
A un año de ese tratado, Carmona, el jefe del bloque de diputados del FpV-PJ, Héctor Recalde, la ex embajadora argentina ante el Reino Unido, Alicia Castro, y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, ofrecerán una conferencia de prensa mañana en la Cámara baja para denunciar las consecuencias perjudiciales que el mismo acarrea para la Argentina.