Las fuertes lluvias registradas el fin de semana agravaron la situación de la provincia de Buenos Aires, donde hay más de 8 millones de hectáreas inundadas, y dejaron, al menos hasta ayer, un saldo de 140 personas evacuadas. Las aguas también complicaron la situación en La Pampa, donde medio millón de hectáreas quedó bajo agua y un pueblo de 3300 habitantes, Rancul, está aislado desde el domingo, luego de que las vías de acceso quedaran cortadas por las inundaciones. A principio de mes, un informe de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) alertó sobre la grave situación por la que atraviesa la agro ganadería: peligran el 25 por ciento de la producción agrícola y el 26 por ciento de la actividad ganadera. En tanto, el Defensor del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, Guido Lorenzino, reiteró su pedido al gobierno nacional para que ejecute “las obras hídricas que permitan hacer frente a las inundaciones que desde hace tiempo afectan a distintos puntos del territorio bonaerense”.
El intenso temporal de lluvia y viento que azotó desde el viernes el centro del país provocó inundaciones, cortes de suministro eléctrico, postes y árboles caídos y numerosos evacuados.
En el Gran Buenos Aires, las lluvias superaron en 48 horas el promedio de precipitaciones previstas para todo el mes. La meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) Cindy Fernández sostuvo que “el centro y este del país está sufriendo condiciones críticas” debido a la gran cantidad de precipitaciones que está recibiendo, por encima de los valores normales, desde hace varios meses.
En este sentido, aseguró que “en algunos sectores, a lo largo del fin de semana, se superaron los 100 milímetros de agua caída, cuando el estimado para todo el mes de septiembre es de 60 o 70 milímetros”, remarcó. El municipio de Bolívar fue el más afectado, con 160 milímetros, mientras que Zarate, con 114 milímetros, también registró un promedio superior a la media.
El sistema de baja presión que originó las lluvias también generó vientos de hasta 50 y 70 kilómetros por hora. Las precipitaciones y las ráfagas provocaron desbordes en arroyos, caídas de árboles y de postes de electricidad en distintos municipios bonaerenses como Quilmes, Pilar, Cañuelas, San Vicente, Lomas de Zamora, General Rodríguez y La Plata.
Quedaron zonas anegadas en Puán, Chascomús, Mercedes, Junín, Castelli, Zárate y Mar del Plata, y también resultaron complicados distritos como Florencio Varela, Lanús, Quilmes, La Matanza, Berazategui y Morón.
Según fuentes del gobierno bonaerense, en General Rodríguez 70 personas debieron ser evacuadas y trasladadas al Polideportivo. En tanto, en Pilar fueron evacuadas 500 personas, 430 de las cuales ayer ya habían regresado a sus hogares.
En Mar del Plata, cayeron más de 50 milímetros de lluvia, lo que provocó caída de árboles y dejó intransitables varias calles, pero no fue necesario realizar evacuaciones de pobladores.
Desde el comienzo de la tormenta, en los distintos distritos, intervinieron personal de Defensa Civil, Bomberos Voluntarios, la Policía Local y el SAME El Ministerio de Desarrollo Social bonaerense informó que se entregaron 1100 colchones, 200 almohadas, 1000 frazadas, 200 unidades de indumentaria, 300 pares de zapatillas, 8000 kilos de alimentos, 12.600 litros de agua, 1400 kilos de leche, 9 bolsones de pañales, 200 chapas y 300 tirantes en los municipios afectados.
Por otra parte, en La Pampa, la localidad de Rancul, al norte de la provincia, quedó aislada como consecuencia de las precipitaciones que anegaron los caminos de acceso al pueblo.
El intendente de la localidad que quedó aislada al domingo, Horacio Castro dijo que el pueblo quedó aislado “ porque está cortada la ruta nacional 188 desde hace cuatro meses por las inundaciones y ahora se afectó el estado de los caminos alternativos de tránsito liviano y otro para los camiones que teníamos”.