Julián Bjorklund, el docente misionero que fue despedido del colegio donde trabajaba tras anunciar a las autoridades que iba a casarse con su novio, dijo que teme no encontrar otro trabajo, y no descartó iniciar acciones legales a la institución educativa que lo echó. “Tengo miedo de que me estigmaticen como alguien conflictivo y que esto me impida conseguir un nuevo trabajo”, dijo Bjorklund. “Estoy lejos de ser alguien conflictivo, soy de bajo perfil y muy respetuoso de mi profesión y de mis alumnos, por eso medité mucho antes de hacer público mi caso,” explicó el docente, a la salida de la delegación local del Inadi, donde se presentó para realizar una denuncia formal.