Corea del Norte calificó ayer de “despiadadas” las sanciones aplicadas por el Consejo de Seguridad de la ONU tras su ensayo nuclear más reciente y poderoso, pero el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que las penalidades no se comparan “con lo que deberá suceder” para frenar la amenaza norcoreana.
“Creemos que es sólo otro paso muy pequeño, no algo grande. Pero esas sanciones no son nada comparadas con lo que en definitiva deberá suceder”, dijo Trump, sin dar más detalles, en declaraciones a periodistas en la Casa Blanca al reunirse con el primer ministro de Malasia.
El mandatario agregó que él y el secretario de Estado, Rex Tillerson, evaluaron la votación que el lunes aprobó las sanciones por unanimidad, pero agregó que no están seguros de que las nuevas penalidades, que limitan la venta de petróleo a Corea del Norte y prohíben comprar sus exportaciones textiles, tengan algún impacto. De todos modos, “es bueno” tener una votación favorable de 15 a cero”, agregó.
Más temprano, el embajador norcoreano en Ginebra fustigó la decisión del Consejo de Seguridad. “Ayer el régimen de Washington fabricó la resolución de sanciones más despiadada”, dijo el embajador Han Tae Song en una intervención en la Conferencia de Desarme de la ONU y en la primera reacción oficial de Corea del Norte a la resolución del consejo, que fue adoptada por unanimidad.
“Mi delegación condena en los términos más fuertes y rechaza categóricamente la resolución ilegal” del Consejo de Seguridad, prosiguió el embajador sobre las penalidades, que limitan la venta de petróleo y derivados al país comunista y prohíben comprar sus exportaciones textiles. “Las próximas medidas de la RDC (República Democrática de Corea) harán que Estados Unidos sufra el mayor dolor que haya experimentado en su historia”, agregó el diplomático.
Las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU fueron impulsadas por Estados Unidos para penalizar a Corea del Norte por su ensayo nuclear del 3 de septiembre pasado, que según Pyongyang consistió en la detonación de una bomba de hidrógeno y que fue el más potente de los seis que realizó desde 2006. La resolución fue aprobada un mes después de que el Consejo de Seguridad de la ONU decidiera extender una veda a las exportaciones norcoreanas de carbón, plomo y mariscos en respuesta al lanzamiento de un misil balístico intercontinental.
Las sanciones llegan luego de una seguidilla de ensayos de misiles realizados por Corea del Norte en los últimos meses, y que llegó a su punto culminante con la prueba del misil intercontinental, que al parecer tendría a parte del territorio de Estados Unidos dentro de su alcance.
Trump dijo que prefiere resolver la cuestión norcoreana a través del diálogo, pero no descartó una respuesta militar y hasta llegó a amenazar con descargar “fuego y furia” sobre Corea del Norte antes de suavizar su postura, al parecer a instancias de China.
Estados Unidos y sus aliados argumentan que sanciones más fuertes redoblarán la presión sobre el régimen del líder norcoreano Kim Jong-un para que retome negociaciones internacionales interrumpidas desde hace años a fin de discutir un fin a su programa nuclear y de misiles.
“Mi esperanza es que el régimen oiga el mensaje fuerte y claro y que elija un camino diferente”, dijo ayer el embajador estadounidense Robert Wood ante la Conferencia de Desarme.
China, que es un benefactor y aliado histórico de Corea del Norte, adoptó en los últimos años una postura más dura hacia el régimen de Kim, y el lunes volvió a acompañar las sanciones del consejo contra Pyongyang, aunque luego de forzar a Washington a suavizar una versión previa con penalidades más severas.
Ayer, el vocero de la Cancillería china, Geng shuang, dijo en Beijing que la resolución refleja la “posición unánime” de los 15 miembros del organismo en su intento de mantener la paz y promover la desnuclearización de la península coreana e insistió en que es necesario reanudar el diálogo con Corea del Norte. En Rusia, en tanto, Dmitri Peskov, el vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, dijo a periodistas que Moscú respaldó la resolución por “intereses nacionales” y porque “está presente” en la región.
Junto con otras sanciones anteriores, que fijaron un embargo de las exportaciones de carbón, hierro, pescados y mariscos, Corea del Norte pierde 2700 millones de dólares o el 90 por ciento de sus ventas al exterior, de acuerdo con cifras del año pasado calculadas por Estados Unidos.
En una línea similar a Washington, los gobiernos de Japón y Corea del Sur afirmaron ayer que las nuevas medidas suponen una advertencia al país comunista de que se arriesga a un aislamiento total si continúa con sus programas armamentísticos. Paralelamente, la alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, dijo que un ataque militar a Corea del Norte “sería inútil y muy peligroso para la región y para todo el mundo”, en lo que pareció una alusión a las amenazas de Trump. Así lo señaló en un debate en la Eurocámara sobre la crisis en la península coreana, donde señaló que un enfoque de tipo belicista de la cuestión “acabaría en un conflicto de consecuencias dramáticas”.
“La UE seguirá apostando por abrir una oportunidad política a favor de la desnuclearización en la península. La solución pacífica de la crisis es nuestro camino”, dejó claro Mogherini, que destacó la unidad de los Veintiocho y sus socios internacionales.