Con el respaldo del grueso del arco político, la Cámara de Diputados dio ayer dictamen favorable a la media sanción del Senado que establece la paridad de género en las listas de candidatos de todos los partidos y frentes electorales, que deberán intercalar un 50 por ciento de mujeres en la nómina de todos sus postulantes. El debate llegará en dos semanas al recinto de la Cámara baja, donde se transformaría en ley y entraría en vigencia en las elecciones de 2019. Atrás quedó la resistencia de Cambiemos, que había atado su apoyo a la paridad de género a la aprobación de la Boleta Unica Electrónica (BUE) en todo el país y que el Senado terminó por desestimar.
El plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia, y Familia, Niñez, Adolescencia y Mujer, cosechó la casi unánime adhesión de las bancadas partidarias –Cambiemos, FpV-PJ, FR, PpV, FAP, bloques provinciales y monobloques– a la media sanción del Senado que establece la implementación de la paridad de género en las candidatura electorales, donde partidos y frentes deberán intercalar un hombre y una mujer (o viceversa) a lo largo de toda la lista de postulantes. La única excepción de un sector del FIT, donde la representante del Partido Obrero calificó la propuesta como “demagogia electoral” y reclamó prioridad para proyectos postergados como la legalización del aborto, aunque sus socios del PTS promovieron el debate y respaldarán la ley de paridad.
En el plenario también se acordó que el dictamen llegue al recinto de Diputados en dos semanas, donde se convertiría en ley con vigencia a partir de la elección 2019, que incluye la disputa por el gobierno nacional, la mayoría de las gobernaciones y miles de municipios en todo el país.
Aunque el respaldo mayoritario tampoco pasó por alto las diferencias políticas antes de la elección legislativa de octubre. La presidenta de la comisión de Familia, la radical Alejandra Martínez argumentó a favor del proyecto que “a partir del año 2007 se produjo un estancamiento en la incorporación de mujeres en el Parlamento”.
“Empoderar mujeres no implica el debilitamiento de los varones; implica más y mejor democracia, construida entre y para todos”, explicó a su turno la diputada Cristina Alvarez Rodríguez (FpV-PJ) y agregó: “Debilitar varones es la falta de empleo, los empleos precarios, los problemas de seguridad, y que no tienen nada que ver con que haya más mujeres en los parlamentos”.
Para la macrista Silvia Lospennato la ley “va a ser votada por más del 90 por ciento de la Cámara, como pocas veces sucede” y consideró que “es una ley que representa al pueblo argentino”. La diputada PRO dejó de lado la resistencia del oficialismo para aprobar la paridad al margen de la voluntad individual de sus legisladoras. Cambiemos, ofreció su respaldo a cambio del apoyo opositor a la implementación de la BUE e incluyó la paridad de género en un mismo proyecto: la reforma política impulsada por el oficialismo fue aprobada en Diputados y rechazada en el Senado, donde los senadores aprobaron su propio proyecto de paridad. El mismo que ayer refrendó en el dictamen el plenario de comisiones de la Cámara baja.
“Es un gran paso el que hemos dado hoy por la igualdad de derechos entre varones y mujeres y lo celebramos con entusiasmo. Sin embargo aún falta mucho para alcanzar la equidad real en el acceso a los derechos entre los géneros y seguiremos luchando por ello. A 70 años de sancionada la ley de voto femenino, la paridad sigue siendo una deuda de la democracia con las mujeres”, dijo Victoria Donda (Libres del Sur). Entre los invitados, donde había representantes de ONGs y asociaciones feministas, estaba la ex diputada Norma Allegrone, autora de la primera Ley de Cupo Femenino.
“La mujeres no queremos más, sino que queremos lo mismo. No es un drama la ley de paridad, al contrario: va a beneficiar a todos los argentinos. No se va a caer el mundo. Va a ser un paso más para las grandes transformaciones que esperamos de la Argentina”, sumó la massista Carla Pitiot.
Las objeciones llegaron des de la izquierda. “No tenemos que dejarnos engañar, porque la lucha de la mujer es una cosa y la demagogia electoral es otra”, advirtió Soledad Sosa (FIT-PO). Sosa rechazó el proyecto y se quejó que el mismo no incluya un compromiso para avanzar en los reclamos del movimiento Ni Una Menos y reclamó que “hay que comenzar por reconocer el derecho al aborto legal”. Esa postura se contradice con la de la ex diputada del mismo frente, Myriam Bregman (FIT-PTS), quien fue una de las promotoras del reclamo conjunto de paridad de género. Su iniciativa proponía que el 50 por ciento de mujeres en la lista de candidatos fuera solo un piso.
“La idea es que este dictamen se ratifique en una posible sesión del 27 de septiembre para que en las elecciones presidenciales de 2019 todos los candidatos a diputados integren una lista de mujeres y hombres en las mismas condiciones para competir”, dijo la radical porteña Carla Carrizo. Esa es la fecha en que la paridad de género se convertiría en ley.