Científicos y becarios del Conicet mantienen tomado el Ministerio de Ciencia y Tecnología, luego de nueve meses sin una solución de fondo para los 500 investigadores que quedaron fuera del organismo por los recortes del gobierno de Mauricio Macri a los ingresos. “Lino Barañao no cumplió en nada lo prometido”,  explicó la investigadora Lucía Maffey sobre el nudo del conflicto con los científicos que al comenzar ayer su protesta afirmaron que “hay un cinismo enorme de las autoridades, que crearon una mesa de seguimiento que en realidad nunca define nada. Lejos de allanarse a la búsqueda de una solución, el ministro de Ciencia y Tecnología cuestionó hoy la toma de esa cartera y advirtió que mientras siga la ocupación "no hay diálogo posible".

La ocupación del hall del ministerio comenzó ayer al mediodía y continúa en un clima tenso.  “Cuando aprobamos quedarnos en el lugar, bajaron algunas autoridades y nos dijeron que teníamos que desalojar, que la toma era ‘un acto deplorable’, que iban a hablar con el Ministerio de Educación para ver cómo podía avanzar la negociación y nos contestaban en 48 horas. Les respondimos que no nos íbamos y les pedimos dos cosas: que dejaran las puertas abiertas y que activaran los baños, porque inicialmente los habían cerrado. Ahora los abrieron, pero para usarlos nos escolta personal de seguridad. O sea, hay una situación de maltrato permanente. Lo que están haciendo es dejar pasar el tiempo sin implementar la solución al conflicto, y tratar de desgastarnos”, denunció Rocco Carbone, de Científicos y Universitarios Autoconvocados.

El conflicto se inició en diciembre de 2016, cuando quinientos becarios doctorales y posdoctorales que se habían presentado a la carrera de investigador científico para ingresar a la planta del Conicet, y que habían aprobado dos instancias de evaluación, fueron excluidos del ingreso, en el marco de los recortes presupuestarios aplicados por Cambiemos.

El ajuste generó un conflicto que logró una fuerte empatía social. La cartera que conduce Lino Barañao decidió entonces como salida transitoria extender las becas hasta fines de 2017, mientras se continuaba negociando. “Logramos esa continuidad hasta fines de diciembre, pero las condiciones que no están ofreciendo son absolutamente inferiores a lo que habían firmado”, explicó  Maffey en FM La Patriada sobre la razón de la toma del ministerio y advirtió que el achique “se da en parte por el presupuesto de ajuste que se votó el año pasado en el Congreso”.

 Las organizaciones que representan a los científicos advierten que las propuestas que se barajaron hasta ahora no garantizan estabilidad en los cargos e implican además una rebaja salarial.

"Mientras sigan ocupando el Ministerio no hay diálogo posible", sentenció Barañao y, fiel al libreto del Gobierno macrista, agitó el fantasma de la violencia y arremetió contra los científicos: "Entraron violentamente al Ministerio, rompiendo la puerta, hay heridos leves y para nosotros es una situación lamentable que no tiene ningún justificativo."

“En diciembre pasado decía lo mismo. Entendemos que es una manera de presionar. Sabemos que la ocupación es un verdadero problema para Barañao pero nuestro reclamo también es razonable”, respondió en diálogo con Página/12  Guido Giorgi, delegado de los 500 científicos e investigadores despedidos. Los afectados presentarán una carta para que el ministro los convoque a una reunión junto a los representantes de la Secretaría Universitaria para destrabar el conflicto.

“Desde el ministerio no tienen ninguna voluntad de negociar. Solo vienen y nos informan y nos dicen que no. Y la manera de decir que no es que la decisión no depende de ellos sino de otro ministerio”, aclaró el becario. Los científicos tienen previsto realizar una nueva asamblea al mediodía y la idea que prima es la de continuar con la toma del ministerio.