Desde la Brigada de Justicia Feminista nos hicimos eco, porque entre nosotras nos cuidamos, de una situación violenta vivida por una mujer en un espacio de ocio/encuentro de la ciudad. Esta situación (comúnmente denominada como "ponerse pesados") involucró hostigamiento por parte de varones que se encontraban en Baum, el bar de Cochabamba al 1300, y se convirtió en una escalada de violencia en la que apareció en la mujer el temor a la agresión física.

Este hecho podría haber pasado en la calle, en cualquier institución o espacio público, eso está claro. Sin embargo, si hay algo que las mujeres hemos aprendido en este tiempo de lucha es que la violencia verbal y/o física no es la única forma de violencia posible, sabemos que las omisiones o naturalizaciones de estas situaciones por parte de las instituciones y/o los espacios en los que debiéramos sentirnos seguras es también violencia. Entendemos que cuando se mira para otro lado o se minimizan estos padecimientos, se está violentando nuestro derecho al "tomarnos una cerveza tranquilas", a disfrutar de nuestros momentos de ocio, a divertirnos sin ser hostigadas/molestadas/violentadas. Entendemos también que no suele ser una preocupación para quienes manejan estos espacios, que entre las "políticas de la casa" no suele aparecer el cómo actuar ante estas circunstancias, el cómo manejarse para cuidarnos y devolvernos la confianza de haberlos elegido para "pasarla bien" allí. Sabemos que es así porque estas situaciones las vivimos en forma permanente.

Por eso, las mujeres de la ciudad nos organizamos y hemos aprendido a buscar colectivamente respuestas a nuestras vivencias, a no bancarnos más el silencio o irnos de los lugares cediendo nuestros derechos a los violentos.

Por eso no nos callamos más, visibilizamos lo que nos violenta y exigimos nuestro derecho a la diversión, a salir tranquilas, a vivir sin miedos. La particularización no es una opción; por política de cuidado, nuestra primera persona es colectiva. Invitamos a las mujeres de la ciudad a no callarnos más frente a las violencias cotidianas.

 
Brigada Justicia Feminista
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