Cuando se piensa en una escapada de fin de semana se suelen priorizar actividades al alcance de la mano para no perder mucho tiempo en viajes. Sea con feriado incluido o no, la bella y simpática Colonia del Sacramento se presenta como buena opción para aislarse de la rutina. A poco más de una hora del Luna Park, cruce de charco mediante, la tranquila ciudad uruguaya brinda algo preciado: descanso.
¡Y qué mejor que acompañarlo con buena comida! La variedad gastronómica es amplia: ricas pastas, pescados, carnes, las ya clásicas hamburguesas acompañadas de birra artesanal –en Bocadesanto hacen brillar esta dupla– y mucho más. Pero si el paladar no requiere grandes mesas, adornos, cartas infinitas ni facturas exorbitantes, a pocas cuadras de la avenida principal del centro de Colonia, en 18 de Julio y Alberto Méndez, hay un bodegón entrañable: La Amistad.
Atendido por Mario, un simpatiquísimo señor de bigotes que hace honor al nombre de su pequeña parrilla con paredes impregnadas de patentes automotrices de Florida, Canelones, Colonia, Durazno y muchos lugares más. También cuadros de equipos uruguayos y argentinos, ¡hasta un afiche del San Lorenzo campeón de 1995!
Cuando se acerca a la mesa, Mario suele recomendar la dieta de la lechuga: todo menos lechuga. Y tiene sentido, ya que sus platos son gigantes. Punto aparte, medalla y abrazo para el exorbitante chivito uruguayo con jamón, queso, huevo frito, ensalada rusa, ensalada de lechuga y tomate, y una cantidad muy generosa de papas fritas.
El lugar invita a charlas con conocidos y extraños. Ahora, en la tele juega Barcelona. Messi no puede embocar un penal en el primer tiempo y viene con un partido errático, pero después de algunos intentos logra el 1 a 0. “¿Y qué querés?”, salta un lugareño longevo. “¡Es Messi! ¡Alguna iba a meter!”, argumenta con una sonrisa mientras intenta terminar lo servido por Mario. Grandes platos, pequeñas facturas, buena onda y rica comida. Por eso y mucho más, La Amistad se convierte en combo ideal y obligado para darse una vuelta en la ciudad de los grandes atardeceres.