Marcelo Vaiani, suspendido como fiscal de San Isidro, procesado por encubrir tres homicidios ligados al narcotráfico y acusado de llevarse 8000 dólares secuestrados en la escena de un crimen, renunció a su cargo mientras avanzaba el Jury de Enjuiciamiento en su contra. El procedimiento  quedará sin efecto si la gobernadora María Eugenia Vidal le acepta la renuncia. En ese caso, Vaiani perderá sus fueros y deberá presentarse a la indagatoria a la que en su momento fue citado por el fiscal Edgardo Ledesma, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 9 de Delitos Complejos de San Martín por “violación de elementos probatorios”, que tiene pena de un mes a cuatro años de prisión. Por otra parte, el acusado tiene un procesamiento firme, en el juzgado federal de Sandra Arroyo Salgado, por “encubrimiento agravado” y por “incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad y entorpecimiento de la labor funcional”.

Vaiani presentó su renuncia, el 4 de septiembre, ante el procurador general bonaerense Julio Conte Grand, quien la elevó a la Corte Suprema bonaerense y desde allí la remitieron al Poder Ejecutivo provincial que deberá resolver si la acepta o la rechaza.

En noviembre de 2015, el fiscal fue suspendido por la causa del encubrimiento del doble crimen en el shopping Unicenter de Vicente López, cometido en 2008, y del homicidio de otro ciudadano colombiano, en San Fernando, en 2009. En ese entonces, Vaiani era el segundo de la Fiscalía General de San Isidro, cuyo titular era el también acusado y ya renunciado ex fiscal general Julio Novo.

Tras la suspensión, lo reemplazó al frente de la Fiscalía Especializada en Delitos Conexos a la Trata de Personas y Violencia de Género de San Isidro la fiscal Laura Zyseskind, quien radicó la denuncia por la sustracción de los dólares de la escena del doble parricidio de Ricardo Klein (54) y su esposa Miryam Kowalzuck (52), cometido el 13 de septiembre 2015.

Si bien Vaiani devolvió los dólares luego de enterarse de la imputación en su contra, los investigadores detectaron que no eran los mismos billetes secuestrados en el allanamiento y que los entregó en un sobre blanco distinto al sellado y firmado por los testigos y responsables de ese procedimiento.