El triunfo de Independiente en la noche del martes contrastó con los hechos de violencia que protagonizaron los barras bravas del club de Avellaneda. Entre ellos, alrededor de 120 fueron detenidos tras enfrentarse con la policía al término del encuentro por los octavos de final de la Copa Sudamericana. El choque se desarrolló en la intersección de las calles Alsina y Bochini, a metros del Estadio Libertadores de América, cuando la policía intentó identificar a los responsables de ingresar bengalas, que encendieron antes del inicio del juego.
Además de los detenidos, que en su mayoría fueron trasladados a la Comisaría 1ª de Avellaneda, los piedrazos, balas de goma y gases lacrimógenos dejaron a varias personas heridas.
Juan Manuel Lugones, titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte, dijo en diálogo con Radio La Red que “fue una batalla campal con gases lacrimógenos, balas de goma entre la Policía y la barra de Independiente, que quedó toda detenida”. El funcionario identificó a los vándalos como integrantes de la “barra brava”, y explicó que “hubo incidentes en el comienzo del encuentro por el ingreso de las bengalas, al final la policía buscó identificarlos, quisieron escapar y terminaron todos detenidos, porque no tenemos complicidad con las barras”.
Según relataron simpatizantes que presenciaron los disturbios, las consecuencias pudieron haber sido mayores, debido a que la zona estaba llena de gente que se retiraba del estadio y no intervino en la gresca.
La policía detuvo a 93 integrantes de la barra bajo los cargos de “atentado y resistencia a la autoridad”, y a otros 24 por distintas contravenciones.
“No es una conducta ocasional. Las barras en la Provincia desde hace años se vienen manejando con mucha impunidad. Nosotros hace un año y pico que estamos y cambiamos el paradigma. Dejaron de ser intocables, y pasaron a ser personas que deben responder por los delitos que cometan”, comentó Lugones.