Durante la primera parte de la entrevista con el periodista Luis Novaresio, Cristina Kirchner confirmó que la Dirección de Criminalística de Gendarmería desmintió las supuestas conclusiones del peritaje sobre la muerte del ex fiscal Alberto Nisman, que habría determinado que habría sido asesinado, recordó que ella misma había hablado por Cadena Nacional y había expuesto sus hipótesis sobre el caso.
Defendió el Memorándum con Irán, que fue aprobado por el Congreso Nacional, afirmó que el acuerdo no es judiciable, y rechazó de plano las acusaciones por traición a la Patria, que el entrevistador dijo que merecían “analizarse”, y denunció que hubo una utilización del caso Nisman para criticar a su gobierno.
En otro tramo de la entrevista, Cristina Kirchner denunció que hace poco “se secuestró el voto de un consejero en el Consejo de la Magistratura” y advirtió que “el estado de derecho está severamente cuestionado en la Argentina, al igual que en Venezuela, donde (Nicolás) Maduro echó a la fiscal general del país, lo mismo que quiere hacer aquí Macri con Alejandra Gils Carbó”, y exhortó a evitar pensar “que el otro, el distinto, es horrible y hay que suprimirlo”.
Más adelante, insistió en que “dos de cada tres argentinos votaron en las PASO poner un freno al ajuste”. “Yo no quería ser senadora, he sido presidenta en dos oportunidades, pero mi candidatura fue elegida colectivamente”, se anticipó la ex mandataria, quien agregó que “si en el 19 yo fuera un obstáculo, para el peronismo, para un frente mucho más amplio que el peronismo, me excluyo”.
Sobre las causas judiciales en su contra, CFK aseguró hay un "manejo descarado del Poder Judicial para" perseguirla.
"No fuimos un gobierno de empresarios, es cierto. Pero nunca se crearon tantas fábricas, empresas, comercios. Este es un gobierno de empresarios, y nunca se cerraron tantos comercios y fábricas en tan poco tiempo", señaló, al tiempo que aseguró que Cambiemos "no solucionó lo problemas, sino que los empeoró".
En el pasaje más emotivo de la entrevista, la ex presidenta se mostró indignada con el ex secretario de Obras Públicas, José López, quien fue encontrado en un convento con 9 millones de dólares. "Lo de López fue una cosa muy fuerte. No alcanzaba a comprender la escena, me pareció brutal. Tuve una gran indignación y un gran enojo. Y después me vino como una cosa de tristeza, de angustia", dijo.
"Pensé en los miles y miles de pibes que habíamos incorporado a la política. Siempre con un corrupto hay un corruptor. Quisiera saber cuándo y quién le entregó ese dinero. Me cuesta entender cómo la Justicia no haya podido identificar quién y cuándo le dieron ese dinero. Esto ya no es por el poder político, sino por la democracia. Es importante encontrar el hilo. Me resulta inaceptable que no hayan podido identificar quién se los dio", amplió.
Durante el reportaje más extenso que haya concedido la ex mandataria luego de haber dejado la presidencia de la Nación, Cristina aseguró que “si tuviera que definir a nuestros gobiernos lo haría por la incorporación de miles de pibes a la política… Por eso cuando pasó lo de José López pensé en ellos y lo odié, como pocas cosas he odiado en la vida”.
Respecto de las acusaciones de corrupción que pesan sobre su gobierno´(el entrevistador dijo que había 2061 causas judiciales pendientes), la ex mandataria respondió que no se podía invalidar una gestión por “dos, diez o veinte casos de corrupción” y advirtió que eran inconsistentes con un gobierno que generó trabajo y durante el cual la economía creció de manera ininterrumpida: “Lo que se quiere invalidar es un gobierno”, añadió.
Más adelante marcó las diferencias entre los casos de Santiago Maldonado y Julio López, que desapareció durante la gestión de Néstor Kirchner, y recordó que el ex presidente usó la Cadena Nacional para denunciar el caso, mientras Macri todavía no habló de la desaparición forzada de Maldonado después de 44 días.
En relación al uso de las cadenas nacionales para difundir actos de gestión, entre los que mencionó la Asignación Universal por Hijo, la reestatización de YPF y la incorporación de millones de personas al sistema previsional, “información ocultada por el aparato mediático”, Cristina reconoció que se criticaba “el tono y algunas cosas que decía… porque la percepción que quedaba era la de una persona crispada, y no advertí que iba a ser atacada por las formas, me di cuenta tarde”.
“Mi segunda presidencia fue una batalla campal con los medios”, agregó la ex mandataria, quien recordó que uno de los columnistas del Grupo Clarín (por Julio Blanck) reconoció que durante su gestión había hecho “periodismo de guerra”. “En mi gobierno hubo una libertad absoluta, si hasta me trataron de ‘yegua, puta o montonera’, recordó, y preguntó si alguien había ido preso por eso. “En este gobierno, en cambio, hubo un adolescente detenido por un twitt”, resumió.
“Toda la libertad que había en mi gobierno no la hay en este”, advirtió CFK, quien aseguró que “si alguien quiere insultar a un presidente, puede hacerlo, en tanto no lo quiera dañar físicamente o le quiera producir un daño patrimonial”. “Yo quiero vivir en un país donde se pueda pintar una pared (…) No quiero vivir en un país donde un Noceti (por Pablo Noceti, jefe de Gabinete de la actual ministra de Seguridad) dice que ‘los vamos a meter presos a todos’ (…) Se está restringiendo la libertad, se arman causas y hubo un pibe preso un mes por un tuit”, agregó Cristina, quien subrayó que “prefiero vivir en un país como el mío, donde un opositor se pare y me diga yegua, puta y montonera”.
Luego de mencionar que durante su gestión padeció cuatro meses de piquetes en las rutas, organizados por las patronales agropecuarias que se oponían a la Resolución 125 y provocaron desabastecimientos en varios centros urbanos, mencionó a su antecesor Néstor Kirchner, quien frente a su enojo por los cortes le recordó lo que le había sucedido a Eduardo Duhalde luego de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán y le dijo que él prefería que lo insultaran por el corte de alguna calle antes de que lo persiguiera toda la vida “el fantasma de una persona muerta por la policía”.
Por último, la ex mandataria dijo que “la famosa grieta no es un invento del 2003” sino que viene desde la Revolución de Mayo, y exhortó a todos los argentinos a superar “200 años de frustraciones”, durante los cuales lo que está en debate es “qué tipo de sociedad y de país queremos, si el de la precarización laboral o el de la industria nacional”. Advirtió, además, que “la precarización laboral está asociada indefectiblemente al narcotráfico, que dispone de sumas millonarias” para tentar a los jóvenes desocupados.
“El gobierno está preparando un ajuste brutal mientras trata de mafiosos a los jueces laborales… Es la primera vez en que quienes gobiernan no tienen la lógica de la negociación, tienen espíritu de patrones”, agregó la ex presidenta, quien alertó acerca del riesgo de “ingresar en una etapa autoritaria” al compás de la agudización de la crisis y llamó a un “diálogo público y nacional” a todas las fuerzas políticas.
“Como responsable de la oposición que ganó las PASO en la provincia de Buenos Aires llamo al diálogo al Presidente", concluyó.