Nació en Allen, provincia de Río Negro, y se define como una intelectual patagónica. En su obra, Maristella Svampa (1961), egresada de Filosofía de la Universidad Nacional de Córdoba y doctora en Sociología por la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales de París, supo unir debates políticos e ideológicos con la denuncia de prácticas económicas vandálicas para el medio ambiente y las comunidades. En 2014 y 2016, recibió dos premios Konex por su trabajo e integra desde 2012 el grupo de intelectuales Plataforma. Es autora además de un ciclo de novelas. 

“Mi primera vocación fue la literatura”, cuenta. Después del ambicioso Debates latinoamericanos. Indianismo, desarrollo, dependencia, populismo (Edhasa), donde rastreaba la formación y el eclipse de conceptos clave para pensar la región, este año Svampa publicó Del cambio de época al fin de ciclo. Gobiernos progresistas, extractivismo y movimientos sociales en América Latina (Edhasa), diez ensayos que abordan nuevas formas de la gramática emancipatoria. “En 2008 publiqué Cambio de época (Siglo XXI), que analizaba movimientos sociales en América Latina, pero estaba mucho más centrado en la Argentina. Ahora es a la inversa”, explica.

El libro parte de una caracterización del ciclo progresista iniciado entre 2000 y 2003, determinado por el protagonismo de los movimientos sociales. La autora caracteriza los progresismos como una “lengua franca” que articula regímenes de gobierno diferentes, desde aquellos más radicales (como Venezuela o Bolivia) hasta otros más moderados, como la Argentina y Brasil. “Todos tienen cuatro rasgos fundamentales -puntualiza Svampa-. El primero es que cuestionan el consenso neoliberal de los años 90, el segundo elemento es que avanzan en políticas económicas heterodoxas. En tercer lugar, fortalecen la política social dirigida a los sectores más excluidos y el cuarto rasgo, para mí fundamental, es que buscan articular un nuevo latinoamericanismo.”

América Latina no es sólo la región más desigual del mundo sino también donde se asesina al mayor número de activistas ambientales. En el marco de la desaparición forzada de Santiago Maldonado el 1 de agosto de este año, los señalamientos de Svampa adquieren una actualidad sombría. “Los pueblos indígenas son los más vulnerables y afectados ?dice?. La última estadística indica que de 200 personas asesinadas, el 60 por ciento eran latinoamericanas. Ha habido asesinatos de líderes, como el caso de Berta Cáceres en Honduras, muy impactantes. El proceso de criminalización de las luchas socioambientales se viene denunciando desde hace más de diez años en la Argentina y en América Latina. Los pueblos indígenas son las grandes víctimas y los protagonistas de las luchas.” Para la autora de Maldesarrollo, la expansión de la frontera petrolera, sojera y minera se superpone con territorios ancestrales. “Estas dos cuestiones no son compatibles -advierte-. No podemos promover la expansión de los derechos de los pueblos y al mismo tiempo promover la expansión de la frontera del capital.”

En uno de los ensayos, la autora analiza el proceso de feminización de las luchas ambientales, el alcance de los ecofeminismos y feminismos espiritualistas de raíces indígenas en América Latina. “Surgieron feminismos populares que primariamente no se definían así -remarca Svampa-. Hubo una resignificación positiva del feminismo a través del proceso de las luchas; ahí se toma conciencia del peso de la dominación patriarcal. Las mujeres hablan de encontrar una voz propia, vinculada con la ética del cuidado.” En términos ecológicos, esa ética opera en relación con el otro y con la naturaleza. “Hay una afinidad entre feminismo y ecología, y la mujeres son protagonistas en las luchas contra la megaminería y los agronegocios -agrega-. Debe haber una conexión entre Ni Una Menos y estas luchas de mujeres que pertenecen a sectores muy vulnerables.” 

Maristella Svampa
Del cambio de época al fin de ciclo. 
Gobiernos progresistas, extractivismo y movimientos sociales en América Latina

Edhasa