El miércoles culminó el 2º Congreso Audiovisual Multisectorial que reunió a representantes de la industria para debatir sobre el momento crítico que atraviesa el sector, y lo hizo del único modo posible: con la presentación de un proyecto de Ley de fomento y protección a la actividad televisiva nacional, los contenidos audiovisuales y las nuevas plataformas. Y es que todas las mesas de exposiciones sin excepción –nueve entre martes y miércoles– reclamaron al Estado que proteja la actividad audiovisual, también víctima de las distintas facetas del proyecto neoliberal mundial. Así, con la presencia de legisladores nacionales, los representantes de las quince asociaciones convocantes sellaron sus conclusiones de dos días en un “proyecto concreto que defiende la cultura nacional”, tal como expresaron al cierre del encuentro que tuvo lugar en el Hotel Presidente.
El proyecto de Ley era algo esperado y muy trabajado por la Multisectorial por el Trabajo, la Ficción y la Industria Audiovisual Nacional, que surgió en 2015 a raíz de la grave crisis de la producción de ficción nacional con la consiguiente disminución del trabajo argentino en medios de comunicación, redes y plataformas diversas. A grandes rasgos, lo que propone es la creación de un ente autárquico de amplia representación federal que participe en el fomento y desarrollo de toda la cadena productiva, desde la elaboración de un proyecto hasta su emisión pasando por las distintas etapas de producción, posproducción y distribución. Ahora que ya entró al Congreso (ingresó en la Cámara Alta el martes), deberá pasar por las comisiones de Educación y Cultura, Industria y Comercio y Presupuesto y Hacienda para su tratamiento y eventual aprobación.
“Necesitamos tener una protección para producir lo que sabemos producir. Contra la lata está nuestro trabajo, pero no solamente como forma de subsistencia sino como parte del pensamiento de país. Eso es lo que estamos defendiendo, por eso queremos la ley”, sentenció Pepe Soriano, presidente de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai), que formó parte de la mesa que giró en torno a las alertas y los desafíos de Latinoamérica en materia de derechos autorales y actorales. “La reglamentación es necesaria porque si nuestras obras pierden su encuentro con el público dejan de tener sentido”, amplió el director y guionista Marcelo Piñeyro, también vicepresidente de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (Cisac), quien expresó que “gran parte del cine argentino alcanza una presencia apenas marginal, pasando inadvertida su existencia para la mayor parte del público local”.
Además de la necesidad de una ley, hubo otras demandas urgentes que aparecieron en casi todas las mesas: la de una cuota de pantalla que fije un mínimo de horas semanales de producción nacional en el prime time de la televisión y la de la puesta en funcionamiento del Consejo Asesor del Incaa, su órgano federal de cogobierno, que se encuentra paralizado. También se expresó preocupación por la baja en la producción de contenidos (ficciones y documentales) que abastecen a los canales de la TDA y el consecuente vaciamiento del Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentino (Bacua), algo que por otra parte repercutió directamente en los canales universitarios, que tienen poca o nula asistencia para la producción de su contenido por parte del Estado. Esto último quedo expresado en una mesa que tuvo como eje específico a la formación profesional y la investigación dentro de esos canales, de la cual participaron integrantes de distintas casas de altos estudios de todo el país.
“Necesitamos recuperar nuestra identidad y nuestra idiosincrasia a través de la ficción y eso tenemos que hacerlo con nuestro propio lenguaje, con nuestros actores. La importancia de la multisectorial es que estamos todos juntos para debatir, afrontar y luchar por esa necesidad imperiosa de defender nuestro derecho a la cultura”, sintetizó sobre el encuentro la directora Viviana Guadarrama, una de las panelistas de la mesa titulada “La dirección y la producción de TV frente a la convergencia productiva”. Por su parte, Guillermo Telo, coordinador ejecutivo de la Multisectorial y de la asociación Directores de Obras Audiovisuales para Televisión (DOAT) concluyó: “Fue un congreso muy positivo porque tuvimos una fuerte representatividad del sector y porque como conclusión de nuestros pedidos pudimos presentar el proyecto de Ley, que de aprobarse traería una fuerte política pública federal”.
Sólo una cosa restó en el congreso: de un total de 52 expositores, sólo ocho fueron mujeres, un reflejo cabal de la poca participación que tienen éstas en los cargos de representación de las asociaciones que nuclean a trabajadores y ejecutivos del cine y la televisión.