Mauricio Macri se convirtió en el nuevo padrino del gobierno de Javier Milei. Le proveyó la fiscalización y los recursos para ganar en segunda vuelta y Javier Milei firmó así un contrato del que no está claro si es del todo consciente. El ex presidente se declaró ganador de la elección, al igual que Patricia Bullrich y, dentro de la UCR, Alfredo Cornejo. No es solo un comicio el que ganaban, sino la pulseada que tuvieron durante un año con el otro sector de lo que alguna vez fue Juntos por el Cambio. Cerca de Macri imaginan que muchos se alinearán con él para un gobierno de Milei, aunque habrá otros que no. Mientras tanto, Elisa Carrió dio por terminada su alianza y se declaró en libertad para ser oposición a Milei.
El Padrino
Desde que pactó con Milei en su casa en Acassuso, Macri no paró de empujar a Milei a este resultado, incluso rompiendo la alianza que fundó con los radicales y con Carrió. Convenció a Patricia Bullrich para que lo perdonara y lo apoyara. Salió él mismo a respaldarlo. Volcó dinero y recursos en un operativo de fiscalización en el cual, según se rumorea, el PRO ubicó la gran mayoría de los fiscales a nivel nacional.
Por todo esto, no es raro que Macri piense que Milei le debe la elección. Y es probable que se lo cobre velozmente cuando el presidente electo tenga que formar un gabinete, construir bloques legislativos y buscar apoyos. Macri sabe (y lo dijo antes de la primera vuelta y antes de la segunda) que Milei llega con cierta debilidad estructural: no tiene bloques legislativos sólidos, no tiene gobernadores y ni siquiera intendentes que sean propios. Macri le puede aportar eso... por un precio.
Las negociaciones que se vienen de ahora en más entre el presidente electo y su padrino político pueden no estar exentas de choques, sobre todo si Milei mantiene lo que dijo antes de ganar: que no le debe nada a Macri, que todo lo que hizo el ex presidente fue por deber patriótico y sin pedir nada a cambio. Hay quien asegura que Milei realmente cree eso. Si es así, se le viene una decepción importante.
Macri confía en que Milei lo va a necesitar para completar ministerios y otros lugares en el Gobierno nacional, así como para forjar bloques que le voten leyes. Cerca del ex presidente consideran que muchos de los que se mantuvieron neutrales en el PRO estarán pronto comiendo de la mano del ex presidente. Eso incluye senadores y diputados.
Además de espacios de poder, en el PRO dicen que Macri ganó otra cosa: tranquilidad judicial. Con Milei, aseguran, no avanzará ninguna de las causas contra el ex presidente. Incluso, puede que ubique a alguien propio en el ministerio de Justicia.
Festejo eufórico
Tras la victoria, el exmandatario se mostró eufórico y pronosticó "un futuro espectacular" para los próximos años. Respecto al futuro, dejó en claro que el nuevo gobierno asume con debilidad. "Necesitará apoyo, confianza y paciencia", dijo. "Lo que vaya a pasar dependerá de su gestión y de la convicción que mantengamos los argentinos de no ceder ante la lucha que significará cambiar de verdad. Nos espera un futuro espectacular, de crecimiento, trabajo, estudio y libertad", escribió Macri en la red social X.
A modo de diagnóstico, señaló que "la mayoría de los argentinos se expresó de forma contundente eligiendo el cambio y rechazando la continuidad" y felicitó a Milei por "representar con valentía la voluntad de avanzar y prosperar que vive en el corazón de los argentinos". Según Macri, el economista "supo escuchar la voz de los jóvenes y el hartazgo de millones de personas postergadas y empobrecidas".
"No hay dudas de que hoy comienza una época. Eso nos da esperanza. Pero las responsabilidades del desastre económico producido por el gobierno actual, especialmente por la gestión de Massa, no pueden ser exoneradas tan fácilmente cuando entregan un país quebrado", expresó, alertando sobre la herencia que recibirá el presidente electo". "No podemos aceptar en silencio que el culpable se despida como salvador", concluyó.
La ministra
Bullrich salió a celebrar entre las primeras: "GANÓ EL CAMBIO Felicitaciones @JMilei por tu contundente e histórico triunfo", escribió.
En ningún caso dirá que ya se imagina ministra. En su entorno, se manejan con cautela: "Ella va a ayudar desde donde le pidan". Pero acotan: "Ella tiene experiencia y va a ayudar fuerte".
Lo cierto es que en la última fase de la campaña, Bullrich ya se comportaba como una más del espacio de Milei. Hablaba de "nuestra campaña" y de "nuestros votos", se mostraba en recorridas con Victoria Villarruel, y cerró con Milei el acto en Córdoba del final de la campaña.
Atrás quedaron los tiempos donde ella decía que Milei tenía malas ideas y él la acusaba de poner bombas en jardines de infantes. Si Milei la lleva como ministra de Seguridad, no obstante, tendrá que enfrentarse a Villarruel, que ya marcó territorio y dijo que ese espacio es suyo. Problemas y más problemas
El otro ganador, por el hombro que le puso a la campaña fue el presidente del bloque de Diputados, Cristian Ritondo, quien suena para ser el titular de la Cámara baja. Ritondo saludó a Milei motosierra en mano.
Los radicales
Dentro de la UCR también hay ganadores y perdedores. Quedó claro cuando salió entre los primeros a saludar a Milei el gobernador electo de Mendoza, Alfredo Cornejo. Como contó este diario, Cornejo fue de los primeros en poner el aparato de la UCR local al servicio de la fiscalización del balotaje.
"Una nueva etapa empieza en la Argentina. Un cambio profundo de rumbo económico y el final de un modelo que estaba claramente agotado", se mostró feliz Cornejo. Está claro que quiere liderar la nueva etapa de la UCR, pero -según dicen quienes cuentan los votos- no tiene los dirigentes suficientes para lograr sacar a la dupla Morales-Lousteau.
Está por verse si así comienza un cisma en la UCR. ¿Qué hará Cornejo si Gerardo Morales y Martín Lousteau conservan la conducción del partido y la llevan hacia una previsible oposición al futuro presidente que golpeaba un punching ball con la cara de Raúl Alfonsín? Lousteau ya habló de una "oposición responsable".
Juntos por el Cambio no cruje: ya está roto. Y la primera en irse fue Elisa Carrió.
Carrió ya se fue
El diagnóstico del sector del PRO que conduce Macri es lapidario: "Juntos por el Cambio no existe más". Ellos imaginan que se llevarán una porción ahora más grande a un acuerdo con Milei.
La líder de la Coalición Cívica no esperó un instante para reaccionar ante esa estrategia.“Habiéndose roto la alianza Juntos por el Cambio por voluntad ajena a la Coalición Cívica, Elisa Carrió y la CC retoman su plena autonomía y van a luchar por los principios fundacionales, el contrato moral, el contrato republicano y el contrato de desarrollo económico. No van a participar de ningún tipo de negociación. Su rol es reconstruir la república si ésta se ve amenazada”, remarcó la dirigente, que había advertido que un gobierno de Milei terminaba en "delitos de lesa humanidad".
“Aceptamos el resultado electoral, pero no votaremos por ninguna de las dos opciones que competirán en el balotaje, las que proponen gobiernos irresponsables basados en imposibilidades morales y políticas y pacto de impunidad. En consecuencia no es ni con Massa, ni con Milei”, remarcó Carrió. De paso, volvió a culpar a Macri por la derrota y posterior ruptura de Juntos por el Cambio.
En su entorno, ratificaron la estrategia: "Ya estaba todo roto, así que Carrió no rompe nada. Lo que no vamos es a ser arrasados por el oportunismo", dijeron.
En la Coalición Cívica imaginan que van a poder coordinar con Morales y con el jefe de Gobierno saliente Horacio Rodríguez Larreta, que felicitó a Milei y dijo que él va a "seguir trabajando para construir un país donde todos vivamos mejor".