Al menos 83 personas, muchas de ellos peregrinos iraníes, murieron ayer y otras 93 resultaron heridas en un ataque armado y un posterior atentado suicida en la provincia sureña iraquí de Diqar, de mayoría chiíta, en un hecho reivindicado por el grupo islamista radical Estado Islámico (EI). Entre las víctimas fatales, hay 15 visitantes iraníes.
Los agresores vestidos de uniforme militar hicieron explotar coordinadamente dos coches bomba y realizaron un ataque armado contra un puesto de control policial y contra los comensales del restaurante Fedek, cerca de una autopista, situado a unos 80 kilómetros al oeste de Nasariya, en Diqar, dijo el gobernador Yahya al-Nassiri.
El atentado comenzó cuando los sujetos armados abrieron fuego en el puesto de control y el restaurante, acción que fue seguida por la detonación de los vehículos cargados de explosivos, que eran conducidos por atacantes suicidas, prosiguió el gobernador. Al-Nassiri agregó que se cree que la mayoría de los muertos eran peregrinos iraníes que se encontraban dentro del restaurante. Fuentes locales señalan que otros agresores huyeron hacia la ciudad de Basora. El EI ofreció en un comunicado en la red social Telegram un relato detallado de los ataques perpetrados por sus hombres al explicar que “con la ayuda solo de dios, tres grupos de ‘inguimasi’ mataron a 200 apóstatas”, en referencia a los chiítas, que suelen ser blanco de los radicales sunnitas.
La nota, que lleva el sello de la organización central del EI, añadió que tres de los “inguimasi” (una especie de fuerzas especiales del EI) atacaron un restaurante de la ruta de Fedak, donde “mataron a un número de apóstatas”. Según el EI, hubo un tercer ataque contra el restaurante Asia, ubicado en la ruta que une Al Nasriya y la ciudad de Basora, al sureste del país, en el que “se enfrentaron a los apóstatas hasta que acabaron sus municiones e hicieron explotar sus cinturones con explosivos”.
Las dos regiones atacadas son de mayoría chiíta y se ubican en el sur del país, donde de vez en cuando el EI golpea a esta comunidad religiosa mayoritaria en Irak.
El grupo radical sunnita, que suele tener entre sus objetivos a civiles chiíta o a integrantes de Multitud Popular, ha perdido en los últimos meses gran parte de sus dominios en el norte de Irak, en parte a manos de las milicias que apoyan a las fuerzas regulares de Bagdad en la lucha contra los jihadistas. La región sur del país, habitada principalmente por chiítas, es considerada una zona estable. A diferencia de la capital, Bagdad, en el pasado apenas se registraron atentados allí.
En un comunicado, Multitud Popular informó de que abatió ayer a doce terroristas suicidas del EI en la zona de Abu Razen, en Al Qairauan, al oeste de la ciudad septentrional de Mosul, que fue hasta julio pasado el principal bastión de los yihadistas en Irak desde que la conquistaron en 2014. Las fuerzas iraquíes también recuperaron la ciudad de Tal Afar, ubicada cerca. Ahora el EI sólo conserva Hawija, a 300 km al norte de Bagdad, y tres localidades del desierto en la frontera con Siria.