Con su hermosa voz, afinada, dulce y al mismo tiempo áspera, el pelo platinado, un bigotito castaño, las uñas pintadas (“las uñas pintadas no tienen género”), Nahuel Briones canta su hit en Dale Luz, un programa de radio: “Yo no tendré problema alguno/ en vestirme como Sailor Moon / pero no pidas que sea bruto,/ nunca dejaría de ser un bebé. / Quiero que seas feliz, /sé libre, / sé lo que quieras / menos policía”. Luego, durante la entrevista explica que por “policía” se refiere no solo a quienes se meten en la Federal o la Metropolitana, sino también, y sobre todo, a los civiles con vocación de “botón”, que son cada vez más y más variopintos.
Nahuel no puede vivir sin hacer música. Cuenta que a veces, cuando sale de dar un recital, llega a su casa a las tres y sigue tocando hasta las seis, o que mientras camina va creando letras. En su virtuosismo y en las letras cuidadísimas, aparecen pasión y dedicación juntas. Su ambición es llegar a la mayor cantidad de público posible: “Me considero un músico independiente, pero no levanto la bandera de la independencia. A veces hacer todo solo se vuelve cuesta arriba. De algún modo espero llegar a mi abuelita, entonces sí, habré llegado”.
En sus letras, Nahuel desearía ser Britney, o podría vestirse de Sailor Moon para su amade (usa la “e” para expresar el género neutro en sus publicaciones del face), o no está conforme con su cuerpo y se pregunta si debería ir al gimnasio, o si puede ser un bebé, o un niño bien (“la escuela de la calle me la pagaron mis papás”), o “el idiota que te lleva el carrito en el Wall Mart” y llora tras el desengaño amoroso.
El disco, en consonancia con la historia gráfica que acompaña la edición, ilustrada por Luciano Vecchio, puede escucharse (o leerse) “en zigzag” desde “Guerrera” hacia “Soldado” o viceversa: ella, rosa furioso, música electrónica, bailable, avasallante, “un jinete que parecen mil”; él, un soldado gris con el corazón verde que se expresa en temas acústicos, reflexivo, herido en la guerra del amor, llorando durante todo “un mes mimetizado con un acolchado”.
En las canciones de Guerrera/Soldado, cada amor parece ser una batalla de la que casi siempre se sale herido: “Una hermosa red de amigos/ me hizo comprender/ que estoy mejor, más que bien/ desde que el amor se fue./ Una cosa es querer con locura/ y otra cosa enloquecer/ hasta chocarse bien la cara/ con el decorado y ver/ que nada bueno nace desde el apuro/ y el miedo a la soledad./ Si no hay pasión, quizás es una unión/ de supervivencia”.l
Nahuel Briones se presenta el próximo sábado 16 en el CCK a las 20. El disco ya puede escucharse en todas las plataformas digitales. Más info: nahuelbriones.bandcamp.com