Si River sufrió anoche una derrota por 2-0 en su partido de ida por los cuartos de final de la Copa Libertadores fue porque, en los primeros minutos del partido disputado en Cochabamba, Wilstermann buscó ahogarlo asediando el arco de Lux hasta que, a los 4 minutos, en la segunda jugada de tiro de esquina consecutiva, el capitán Zenteno conectó de volea un centro dentro del área y abrió la cuenta, y lo liquidó con dos contraataques en la segunda parte, con el equipo de Gallardo lanzado en la búsqueda del empate, con goles de Alvarez y Machado.
Luego del gol tempranero de Zenteno, empezó otro partido para River, que no tardó en acomodarse en la cancha y comenzó a llegar sobre el arco de Olivares, primero por las bandas y luego con remates desde afuera del área.
El problema era que al esfuerzo de Ponzio y Enzo Pérez, para intentar cortar el circuito de juego del conjunto comandado por el ex Boca Pochi Chávez, le faltaba un poco más de sus atacantes Scocco y el colombiano Borré. Lo mejor de la etapa para los Millonarios fueron un par de centros de Nacho Fernández y dos remates desde afuera del Pity Martínez. Wilstermann se defendía y buscaba sorprender de contra, así volvió a tener una chance a los 31 minutos con un desborde de Alvarez y un centro peligroso que fue controlado por Lux.
River no se resignaba a la derrota. El trámite lo invitaba a apostar por el empate. En eso estaba cuando, a los 50, Wilstermann aprovechó un retroceso lento y en la primera contra, Chávez puso un buen pase frontal que Alvarez conectó de cabeza ante la salida de Lux para el poner el 2-0.
Los bolivianos mandaban en el marcador, pero en el juego lo hacía River. El problema era que a pesar del todos sus esfuerzos, le faltaba una pizca para conseguir el descuento. Scocco desperdició una chance, en una jugada de tiro de esquina, cuando definió solo frente al arco y se le fue por arriba. Después estuvieron cerca Nacho Fernández, con un buen remate desde afuera, y el Pity, con otro buen disparo, pero en ambos casos el arquero Olivares salvó con dos buenas atajadas.
No era justo a esta altura el resultado. River hacía méritos para estar cómo mínimo empatado, dominaba el trámite, controlaba la pelota, pero no conseguía que ésta entrara en el arco de Olivares.
River parecía confiado en ese dominio y eso fue lo que aprovecharon los locales para terminar de liquidar el trámite a los 82, en otra jugada de contraataque que Machado terminó con un remate impresionante para el 3-0. Esa será la diferencia que el equipo de Núñez –que se salvó del cuarto con una gran atajada de Lux en el descuento– deberá remontar el próximo jueves en el Monumental.