Un periodista de The New York Times y una de Al Jazeera, dos de los medios de comunicación con mayor cantidad de visitas online en el mundo, presentaron los soportes digitales de ambos sitios que buscan encontrar una solución a uno de los mayores interrogantes del periodismo moderno: ¿cómo puede responder la prensa ante las exigencias de las nuevas audiencias? En el último día del Media Party 2017, el evento de tres jornadas en el que cientos de personas se reunieron para debatir, trabajar e instruirse sobre el futuro de los medios, la directora de la plataforma digital de Al Jazeera, Dima Khatib, dio a conocer AJ+, la propuesta orientada a jóvenes que causa impacto en redes sociales, en especial con cuestiones de género. “Alcanzamos una audiencia con el 60 por ciento de mujeres y 40 por ciento de hombres, algo impensado para cualquier otro medio periodístico árabe”, comentó la ex jefa de redacción de la cadena. Por su parte, Albert Sun, del Times, explicó paso a paso cómo el multimedio estadounidense se preparó para cubrir las elecciones entre Donald Trump y Hillary Clinton.
En el auditorio principal del Konex, el público miraba expectante. Antes de comenzar su conferencia, la palestina-siria Khatib pidió encender todas las luces de la sala, reprodujo dos videos (uno de un peluquero español que corta el cabello de sus clientes con espadas, y el otro, una guatemalteca que rapeaba con consignas de NiUnaMenos y testimonios de las víctimas) y le preguntó a la audiencia cuál le había gustado más. Todos votaron por el rap feminista. “Lamento decirles que la grabación del peluquero tuvo más de 14 millones de visitas. Y eso sólo en Facebook. Mientras que Rebeca Lane –la cantante– fue vista por varios, varios millones menos”, estableció. Lo que acababa de hacer Khatib, en esta pequeña sala, es lo que hace rutinariamente AJ+, la plataforma digital de la cadena árabe. “Antes de enojarse porque alguien prefiere ver al peluquero, lo primero que hay que hacer es escuchar a la audiencia. Conocer sus gustos. Saber cómo llegarles. Una vez alcanzado ese punto, ahí si se puede subir lo que creemos que le debería gustar a esas personas”, aconsejó Khatib, en un perfecto español, producto de haber sido la primera corresponsal para Al Jazeera en América latina, en 2002.
Para que AJ+ se constituya como uno de los sitios más populares en redes sociales como Twitter, Facebook y YouTube, cuenta Khatib, lo que cambió fue el formato y no el modo de hacer periodismo. “Para mí sigue siendo la misma misión: impactar a la sociedad, por medio de historias con pasión y mensaje”, agregó la directora general de la plataforma digital. En sus tres formatos –español, inglés y árabe– AJ+ (sólo) sube videos, que tanto pueden mostrar a pandas festejando un cumpleaños en un zoológico consistir en entrevistas a mujeres en comandos terroristas y tratar elecciones presidenciales como, incluso, un reclamo por Santiago Maldonado. “Buscamos alcanzar la diversidad y para eso fue primordial empezar por nuestro propio equipo”, dijo Khatib y agregó que “hoy en día, más de la mitad de los que trabajan en AJ+ son mujeres”.
–¿Esta proporción de género es algo inusual en el periodismo árabe?
–Es muy difícil hacer un análisis general en un territorio bastante amplio y con distintas culturas en diversos países. Pero si hay algo general y es que a las mujeres les cuesta mucho alcanzar puestos de directores en medios, como el cargo que ocupo en Al Jazeera. Pueden ser jefas de sección o de redacción, pero hay un escalón más arriba reservado sólo para hombres.
Un par de minutos antes de la conferencia de Khatib, otro cronista aportó nuevas líneas para el objetivo central del Media Party: debatir sobre el nuevo periodismo. En este caso, el turno fue para un editor de The New York Times, Albert Sun, quien citó el año 2012 para sostener que “en tecnología y en periodismo, todo puede fallar”, una de sus hipótesis centrales. Ese año, en Estados Unidos, Barack Obama buscaba la reelección como presidente frente al republicano Mitt Rommey. El 6 de noviembre, día del comicio, las personas que ingresaron al sitio del Times para informarse superaron la capacidad de los servidores y, durante horas, el recuento de los votos no fue reportado por el diario más grande de Estados Unidos. Sun recordó dos conclusiones de aquel entonces. “En los grandes eventos, y sobre todo en las elecciones, las visitas se multiplican hasta por ocho mil veces más”, dijo y agregó, por otro lado, que la plataforma digital del Times debía cambiar de inmediato.
Por ende, con más de un año de antelación a las elecciones de 2016, los directores de The New York Times se decidieron por un nuevo soporte para su plataforma digital. La clave fue combinar a periodistas expertos en tecnología con técnicos expertos con orientación en medios de comunicación. “El objetivo fue publicar todos cada avance de la elección con un sistema rápido, elegante y bello. Con la participación de la mayor cantidad de periodistas. Pero no sólo en la web, sino en todos los formatos que tiene el Times, entre celulares, tablets, ediciones en otros idiomas, entre otras cosas”. El diario contrató un servicio de servidores (Fastly) y en conjunto comenzaron a ajustar los detalles: se crearon dominios alternativos, dispusieron una confiabilidad de sitios, cambiaron el sistema de ingreso y el alerta de últimas noticias y, por último, establecieron actualizaciones automáticas cada 19 segundos.
Para confirmar la hipótesis fatalista de Sun, la primera vez que la plataforma digital salió a la cancha (un par de meses antes del sufragio), el sistema se cayó. También tuvo que afrontar un hackeo, a sólo 18 días de la elección entre Clinton y Trump. “Finalmente el día llego, con más de 100.000 ingresos a la plataforma por segundo. Lo único que debimos usar fue el título de portada: Trump Triumphs (Triunfo de Trump)”.
Informe: Jeremías Batagelj.