La producción industrial de julio creció 2,5 por ciento con respecto al mismo mes de 2016, aunque acumula una caída del 0,2 por ciento en los primeros siete meses del año, según el informe de actividad manufacturera que publicó ayer la UIA. Los sectores de mejor desempeño en julio fueron insumos de la construcción, por el avance de la obra pública, la siderurgia, alimentos y bebidas, y metalmecánica. En cambio, hay caída en los sectores químico y textil. La entidad industrial advierte que “la industria de transformación brasileña comienza a mostrar signos de recuperación y acumula un crecimiento del 0,2 por ciento en lo que va del año”.
La actividad industrial mostró en el último trimestre un comportamiento positivo en relación al mismo período del año anterior, cuando la crisis hizo tocar fondo a buena parte del entramado manufacturero. Si bien esa mejora todavía no alcanza a llevar a la industria argentina al terreno positivo, la UIA espera que en los próximos meses el avance continúe, lo que podría derivar en un crecimiento anual del sector. Si se desagrega a nivel sectorial la parcial recuperación de la industria, sin embargo, hay un funcionamiento heterogéneo, con un fuerte retroceso en sectores mano de obra intensivos, como textil y calzado. La UIA detectó que la actividad textil cayó 6,7 por ciento en julio en la comparación interanual. Una de las consecuencias de la baja de esos sectores es que el empleo industrial sigue 2,7 por ciento abajo en la comparación interanual (-33.030 asalariados). “El empleo total se recupera por la mejora en el empleo público y en el sector privado por el incremento en la construcción y el comercio, que son sectores donde el empleo se recupera con mayor velocidad ante una mejora en el ciclo económico”, dice la UIA. También presentó bajas sustancias y productos químicos.
En cambio, se destacó el avance del 7,2 por ciento en alimentos y bebidas debido en parte al complejo de oleaginosas, que creció 9,9 por ciento interanual en julio. En tanto, la producción siderúrgica se expandió 11,3 por ciento por el impulso del acero (12 por ciento) y aluminio (7,2 por ciento). “Sin considerar las bajas bases de comparación, el mayor dinamismo de la construcción –de la mano de la obra pública– y la maquinaria agrícola, por un lado, y la reactivación en la exportación de tubos sin costura, por el otro, son los factores que explican gran parte del incremento experimentado durante el período”, explica la UIA.