“El lago tiene mejor acceso que el que tenía antes de que Joe Lewis compre esa propiedad que limita con el lago. Es un acceso peatonal desde la ruta nacional”. De esa forma, Mauricio Macri defendió a su magnate amigo y negó, el pasado enero, la imposibilidad de acceder al Lago Escondido, uno de los espejos de agua más bellos de La Patagonia. A principios de marzo un grupo convocado por la Fundación Interactiva para la Cultura del Agua (Fipca) tuvo que caminar durante tres días seguidos por el único sendero “público” para llegar al lago. El 23 de setiembre otro contingente emprenderá la travesía para demostrar una vez más que “la soberanía del lago está en peligro”.
La travesía se denominará Marcha por la Soberanía al Lago Escondido y en ella participarán voluntarios registrados por Fipca,provenientes de distintos puntos del país. Recorrerán a pie los 20 kilómetros del sendero de Tacuifí, establecido por el Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Río Negro para uso de senderistas, turistas y vecinos de la región, que unen la localidad de El Foyel, sobre la Ruta Nacional 40, y el Lago Escondido, ubicado a unos 45 kilómetros de El Bolsón y 75 kilómetros de Bariloche.
“El camino es intransitable para niños, niñas, adultos mayores, y personas con movilidad reducida; solo es transitable para deportistas entrenados o montañistas”, explicó Julio Urien, presidente de la fundación. Tanto el magnate británico como el Estado provincial vienen incumpliendo distintos fallos judiciales que ordenan abrir otros caminos existentes y preexistentes a la compra de esos terrenos por parte de Lewis.