En paralelo con el avance de la toma de declaraciones testimoniales a los miembros de la Gendarmería, el Gobierno refuerza su discurso tendiente a despegar a esa fuerza de su responsabilidad institucional en la desaparición forzada de Santiago Maldonado y cargarla individualmente sobre los efectivos de esa fuerza que participaron de la represión a la comunidad mapuche durante la que el joven tatuador fue visto por última vez. “Probablemente haya gendarmes que no dijeron la verdad en un primer momento”, afirmó hoy con ese propósito el ministro de Justicia, Germán Garavano.
Las declaraciones de Garavano van en la línea que se trazó la administración macrista desde el relato inicial de que la Gendarmería no tenía que ver en lo ocurrido con Maldonado se tornó insostenible y desde que comprobó también que el tema empezaba a mellar políticamente a Mauricio Macri.
Así como reconoció que los gendarmes “no dijeron la verdad en un primer momento”, recalcó que "hoy eso es lo que está saliendo a la luz" y que "hay que destacar una investigación de la propia Gendarmería y del Ministerio de Seguridad, que empezaron a profundizar en esta situación y le están aportando elementos a la fiscal (federal de Esquel, Silvina Ávila) y al juez (Guido Otranto) con esta información que ha surgido".
Garavano no hizo referencia a la cerrada defensa que el macrismo hizo inicialmente de la Gendarmería. Tampoco, a que ya en aquel momento en el Gobierno estaban al tanto de las actuaciones internas de esa fuerza que ahora acercan a modo de “aportes” a la causa por la desaparición de Maldonado. Muchos de los testimonios recogidos en esas investigaciones internas de la Gendarmería fueron los insumos de varias operaciones realizadas por estos días en torno a la causas en manos de Otranto y Ávila.
El ministro de Justicia se quejó de la proliferación “de mentiras infantiles, que realmente han generado un desvío en la investigación, que han generado confusión en la sociedad y en el propio juez y la fiscal en términos de cuáles son las hipótesis y qué es lo que hay que investigar, en dónde poner el foco", sin reparar cuál fue el origen de esas operaciones. Esos sí: apuntó una vez más a la comunidad mapuche al hablar de “testigos que inventan o dicen cualquier cosa lo único que hacen es alejarnos de poder ubicar a Santiago”, consideró “terrible que eso se tolere" y reclamó ser "muy severos con esas personas que le mienten a la Justicia y dan información falsa".
Como parte del combo, Garavano también pidió "sacar las cuestiones políticas y las especulaciones" en torno a la desaparición de Maldonado. O sea, agitó una vez más que detrás de todo está la oposición politizando el tema.