Argentina, actual campeón de la Copa Davis, quedó abajo ante Kazajistán por 2-1 en la serie de Repechaje al mejor de cinco puntos que animan en Astaná, tras la derrota que sufrieron ayer los doblistas Máximo González y Andrés Molteni, que dejó al equipo sin margen de error, pues con un traspié más perderá la categoría.
González y Molteni, debutantes en la Davis, perdieron con Timur Khabibulin y Aleksandr Nedovyesov por 5-7, 6-4, 7-5 y 6-4 en casi tres horas y media de juego en el estadio National Tennis Center, ante unos 3.000 espectadores, entre ellos unos 80 argentinos que se marcharon tristes porque el equipo quedó al borde del abismo.
Argentina, que saboreó las mieles del éxito hace menos de un año, el 27 de noviembre de 2016 cuando conquistó la Copa Davis en Zagreb tras superar en la final a Croacia (3-2), está obligado a ganar los dos puntos que restan jugarse para no regresar a la Zona Americana, luego de haber ascendido en 2001.
En ese contexto, este hoy las 5 (hora de la Argentina) Diego Schwartzman se medirá con la mejor raqueta de los kazajos, Mikhail Kukushkin, y en el caso de lograr ese punto, saltarán a la cancha el bahiense Guido Pella y Nedovyesov, quien se ganó el puesto con su actuación en el dobles y reemplazará a Dmitry Popko.
La serie en Astaná comenzó el viernes con la derrota de Pella ante Kukushkin por 6-7 (5), 7-6 (5), 6-2 y 6-4, y continuó con el triunfo de Peque Schwartzman sobre Popko por 6-4, 6-2 y 6-2.
Con ese panorama, el capitán argentino Daniel Orsanic se la jugó en el dobles con los especialistas Machi González y Molteni, aunque ambos rindieron en un nivel muy bajo y perdieron con una pareja que se armó a último momento.
En ese sentido, el capitán kazajo Dias Doskarayev movió piezas y sacó de la formación de Kukushkin, su mejor jugador, para reservarlo con miras al partido ante Schwartzman. Así, Khabibulin, el mejor doblista kazajo, fue la novedad dos veces, primero en la semana cuando ingresó al equipo para reemplazar a Denis Yevseyev y ayer cuando entró en lugar de Kukushkin en una movida estratégica de los kazajos.
La pareja argentina, que había ganado en marzo de este año el Challenger Copa Ciudad de Tigre, diagramó un planteo táctico que consistía en soportar la potencia de los kazajos para después construir el punto, pero eso únicamente resultó en el primer set que ganaron por 7-5.
En ese parcial, los argentinos lograron dos quiebres (uno a Nedovyesov y el otro a Khabibulin) y soportaron uno (a Molteni) y controlaron la ofensiva del dobles kazajo, que atacaba siempre desde el servicio.
La pareja local comenzó a dominar desde el segundo set, cuando Molteni, tensionado y con un servicio flojísimo para una serie de un Grupo Mundial de Copa Davis, cedió su saque y luego el parcial se escapó 6-4.
Lo que siguió fueron dudas y nervios que se tradujeron en errores, así se perdió el tercer set por 7-5 y el cuarto 6-4, ante una pareja kazaja que se armó a último momento pero sin embargo se llevó la sonrisa final.
Si bien los parciales fueron ajustados, la pareja argentina jamás dio la sensación de dominio que sí mostraron sus rivales, y tuvieron un porcentaje bajísimo de menos del 50 por ciento de eficacia con el primer servicio, algo que fue determinante.
La derrota en el dobles dejó al equipo sin margen de error, aunque Argentina está en condiciones de revertir la serie, algo que ya hizo en 2014 en Sunrise, Estados Unidos, cuando perdía 2-1 con Israel y al final ganó 3-2, en el último Repechaje que jugó para seguir en el Grupo Mundial.
En ese contexto, Schwartzman no debería tener problemas para superar a Kukushkin, a quien ya le ganó el año pasado en el ATP 250 de Winston Salem, y luego Pella, aún en esta versión 2017 muy baja, tendría que sacar a relucir su “chapa” de campeón frente a Nedovyesov.
El equipo dirigido por Orsanic está herido, pero no derrotado, y puede revertir el mal inicio, ya lo hizo el año pasado en la final ante Croacia, cuando también perdía 2-1 luego de la derrota en el dobles, y al final terminó festejando en grande.