A partir de hoy, fecha que Santos consideró como "El día D", se empezará a implementar el nuevo acuerdo entre el Gobierno y el grupo guerrillero que, entre otras cosas, contempla la entrega de las armas en las zonas de transición en un plazo de 150 días.

"Tenemos un enorme desafío", reconoció el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, luego de la ratificación parlamentaria del documento, celebrada por la ONU y otros organismos internacionales. En esta etapa, el Congreso, donde el presidente Santos cuenta con mayoría, será una vez más escenario clave para consolidar la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la guerrilla más antigua de América latina, tras más de medio siglo de conflicto armado. Allí se debatirá la próxima semana la ley de amnistía para los 5765 guerrilleros, acordada en las negociaciones que se desarrollaron durante cuatro años en Cuba. Además, Cristo adelantó que se enviará un conjunto de leyes que incluye un proyecto sobre la inserción política de los guerrilleros.

Mientras tanto, el gobierno espera contar con el número de legisladores suficiente para la aprobación rápida de sus iniciativas("fast track"), sobre las cuales aún debe pronunciarse la Corte Constitucional. "En este momento se está procediendo a preparar un primer paquete de indultos, entre tanto se presenta la ley de amnistía y se da todo el trámite legislativo", dijo el alto comisionado para la paz y miembro del equipo negociador de paz del gobierno, Sergio Jaramillo.

El acuerdo de paz ratificado en el Congreso fue sellado hace una semana por Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño ("Timochenko"), luego de que ambas partes revisaran el pacto original para incluir propuestas de los opositores, que ganaron el plebiscito del 2 de octubre. El texto de 310 páginas fue aprobado sin cambios el martes y miércoles tras maratónicas sesiones en el Senado y la Cámara de Representantes, con la abstención de los uribistas que advirtieron que el Congreso "no puede suplantar" el pronunciamiento popular de las urnas.

El gobierno insiste en que las FARC deberán comenzar a movilizarse en los próximos cinco días hacia las 27 zonas donde se concentrarán para dejar progresivamente sus armas bajo la supervisión de Naciones Unidas. Sin embargo, la guerrilla ha dicho que para ello debe estar primero aprobada la amnistía, a lo cual Jaramillo respondió que "las FARC no pueden introducir nuevas condiciones al acuerdo".

“En el Día D más 150, todas las armas de las FARC estarán en manos de Naciones Unidas y las FARC dejarán de existir como grupo armado ilegal”, celebró Santos luego de que el nuevo acuerdo se refrendara por 130 votos a favor y ninguno en contra. A diferencia del primero, que fue rechazado en el plebiscito del 2 de octubre por el 51 por ciento de los votos, los resultados del Senado y la Cámara de Representantes aprobaron definitivamente el nuevo documento sin una posterior consulta popular.

Lo acordado con las Farc ahora deberá traducirse en reformas constitucionales y leyes. Para ello, el Congreso aprobó hace más de ocho meses el llamado acto legislativo para la paz, que concede facultades extraordinarias al presidente durante seis meses para aprobar medidas relacionadas con la paz.