Sergio, hermano de Santiago Maldonado, salió al cruce de las declaraciones del juez de Esquel Guido Otranto, quien afirmó hoy que el joven "podría haberse ahogado" al escapar de la represión encabezada por Gendarmería contra la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia de Cushamen.
“El juez es impresentable”, afirmó Sergio Maldonado en contacto con América TV al rechazar que el magistrado esgrima ahora en una entrevista la hipótesis del ahogo, cuando se cumplen 46 días de la desaparición y todos los indicios siguen apuntando a la actuación de la Gendarmería. “Al día 46 sale diciendo esto, lo que habla claramente del mal desempeño que tuvo en todos estos días”, aseguró.
Hoy en un reportaje publicado por el diario La Nación, Otranto también siguió la nueva línea discursiva del gobierno nacional para hablar de un posible “exceso” de parte de un grupo de gendarmes durante la represión del 1° dea gosto. “No creo que un exceso explique la desaparición”, afirmó el juez y añadió: "No le encuentro consistencia a la versión de que fue capturado por la Gendarmería". “La hipótesis de que se podría haber ahogado es una de las opciones que me parecen más razonables, de acuerdo con la interpretación de las pruebas que estoy realizando", añadió.
Sergio Maldonado remarcó que ya la familia solicitó la recusación del juez, que rechazó apartarse de la causa. Ahora la querella deberá presentarse el jueves ante la Cámara Federal de Apelaciones de la provincia de Chubut para apelar el rechazo a ese planteo. “Es uno de los puntos por los cuales pedimos la recusación”, explicó el hermano de Santiago al referirse a las declaraciones públicas de Otranto.
“Primero negaron que estaba ahí, después terminaron reconociendo que estaba en el lugar, ahora empiezan con esta hipótesis de que no es desaparición forzada sino que se puede haber ahogado ahí. Todo ese conjunto de cosas es lo que hace que el juez sea impresentable”, afirmó. Insistió en que Otranto “en ningún momento hizo lo que tenía que hacer” para investigar la desaparición de Santiago y contó que la abogada Verónica Heredia quiso que se le pregunte a los gendarmes que declararon a dónde hubieran llevado a una persona detenida, pero “fue como un horror, se ofendieron con la pregunta”.