Un puñado de juicios orales y alrededor de 2 mil causas en investigación es la carga de trabajo que queda en el sistema penal escrito, en jurisdicción de Rosario. El nuevo sistema procesal cumplió tres años y medio, y en los últimos meses varias investigaciones llegaron a juicio oral y público. Días atrás, otros dos fiscales pasaron a formar parte del Ministerio Público de la Acusación, pero se llevaron sus causas más resonantes para continuar trabajándolas hasta el juicio. Se trata de Donato Trotta, que tiene a cargo la causa por la desaparición de la sanlorencina Paula Perassi; y de Ana Rabín, que estará a cargo de la acusación en el expediente de administración fraudulenta del Newell`s Old Boys de la era Eduardo López. En el tintero, también quedan por cerrar las causas contra la banda de Los Monos, el caso Salta 2141 y los enriquecimientos ilícitos que ayer dio a conocer Rosario/12, entre otros. Aunque el trabajo merma, los operadores judiciales aseguran que no se puede calcular cuánto tiempo le queda al sistema conclusional que promete no dejar impunidad.
En febrero de 2014, cuando las causas penales se dividieron entre el "viejo y el nuevo" sistema penal, el proceso escrito quedó con una cantidad "incalculable" de expedientes avanzados o que debieron impulsarse. Muchos de ellos fueron resueltos en juicios orales, ya que la ley contempla esa modalidad para casos de homicidio calificado, enriquecimiento ilícito y abuso sexual (entre otros).
Cada vez que un grupo de fiscales pasó a formar parte del nuevo sistema penal, durante estos tres años y medio, la Fiscalía de Cámara debió redistribuir expedientes y muchos fiscales debieron empezar a trabajar en causas que no habían tenido avance. Por aquellos días, incluso, se aclaró que las investigaciones en las que hubiera elementos de prueba llegarían a una acusación; pero que aquellas en las que no hubiera avances deberían archivarse en determinado tiempo. Así, las pilas de carpetas que había en los juzgados se fueron achicando, y muchas causas fueron derivadas a la Fiscalía de causas con Imputados No Individualizados (NN), para intentar una última posibilidad de hallar pruebas.
Hay 500 causas en juzgados de Sentencia, pero allí está el "cuello de botella" para avanzar más rápido.
Así, al día de hoy la Fiscalía de Cámaras indicó que quedan poco más de 2 mil expedientes en marcha, que ‑según estimaciones‑ significa alrededor del 10 por ciento del total que había en febrero de 2014, en el sistema residual. De esa cantidad, unas 500 investigaciones ya están en juzgados de Sentencia ‑la mitad para dictar fallo y la otra parte, en conclusiones‑, donde aparece el "cuello de botella". Es que hay apenas cinco magistrados en esa instancia, dos de los cuales también están afectados para juicios del nuevo sistema penal. "Todo eso estará solucionado cuando se apruebe la ley de traspaso", dijo la fiscal María Eugenia Iribarren sobre la normativa que espera sanción definitiva de la Cámara de Senadores, ya que obtuvo media sanción en junio pasado, en Diputados. Se trata del proyecto de ley elaborado por el Ejecutivo para el traspaso de la dotación del personal y funcionarios del sistema escrito al oral. En la práctica, se trata del envío de todas las causas y también de los recursos humanos que trabajan en el viejo sistema para distribuirse entre las oficinas de gestión, fiscalía, defensoría y demás organismos penales que, en breve, se trasladarán al nuevo Centro de Justicia Penal.
El achicamiento del sistema es notorio: en diciembre pasado había 4.018 expedientes en la jurisdicción que contempla Rosario, Cañada de Gómez, Villa Constitución, Casilda y San Lorenzo; y en agosto pasado se declararon "terminadas" 1.681, con diferentes salidas: juicio, probation o archivos.
En tanto, el fiscal Marcelo Vienna, a cargo de NN, tienen 246 expedientes en trámite que, en su mayoría, son caos de homicidio en los que se intenta hallar pistas sobre los autores o testigos, que permitan avanzar hacia una eventual imputación.
En Villa Constitución, queda un solo expediente que ya está en etapa de juicio en Rosario, así que el fiscal a cargo, Osvaldo Chiapello, continúa con los casos civiles pero visita Rosario dos veces por semana para colaborar con sus pares rosarinos, que tienen la mayor cantidad de causas en trámite de la jurisdicción. Román Moscetta, de San Lorenzo, quedó como colaborador de los casos de homicidio culposo; y Gabriela Lescano, de Cañada de Gómez, lo hace con las causas de abuso sexual que están en investigación. En Rosario, los fiscales Cristina Herrera, Gonzalo Fernández Bussy, Alejandra Rodríguez y Verónica Ballari son algunos de los fiscales ‑junto con los que ya trabajan en el nuevo sistema‑ que aún mueven los expedientes en trámite.