Un hombre fue detenido por su posible vinculación con la explosión del viernes en la estación de subte Parsons Green, en el suroeste de Londres, informó ayer la policía, por lo que hasta el momento son dos las personas implicadas oficialmente en el ataque reivindicado por el Estado Islámico.
El sospechoso es un joven de 21 años que fue arrestado poco antes de la medianoche del sábado en Hounslow, una localidad en el suroeste de esta capital, precisó la unidad antiterrorista de la policía londinense.
El hombre, cuya identidad no ha sido facilitada, fue llevado a una comisaría del sur de Londres para ser interrogado y los detectives que investigan la explosión no descartan la posibilidad de que haya otros cómplices. También el sábado, las fuerzas de seguridad detuvieron en el puerto de Dover, en el sureste de Inglaterra, a un joven de 18 en conexión con el ataque en un tren de la línea de subte District. El sospechoso de 18 años fue capturado en la sala de embarque del puerto de Dover, desde donde salen los transbordadores que cruzan el Canal de la Mancha hacia Francia y Bélgica y está acusado de preparar e instigar actos de terrorismo, informó la Policía.
Como parte de la investigación, las fuerzas de seguridad allanaron una casa en la localidad de Sunbury-on-Thames, en el condado de Surrey, en las afueras de Londres, donde además evacuaron durante varias horas a los vecinos del barrio como medida de precaución.
Según los medios británicos, la vivienda allanada es propiedad de Ronald Jones, de 88 años, y su mujer, Penelope, de 71, conocidos en la zona por dar refugio temporal a numerosos jóvenes sin hogar, una labor por la que la reina Isabel II les condecoró con la medalla de la Orden del Imperio Británico (MBE) en 2010. La prensa indicó que esta pareja cuidó recientemente a jóvenes refugiados de países como Siria e Irak.
En la explosión del viernes pasado en el subte, en el que se utilizó una bomba de fabricación casera, treinta personas resultaron heridas y debieron ser hospitalizadas, pero solo tres aún permanecen internadas.
Con el actual nivel “crítico” de alerta se puso automáticamente en práctica la llamada operación “Temperador”, que autoriza a los soldados a prestar ayuda a la Policía para reforzar la seguridad en lugares importantes del país.