El ministerio de Educación anunció ayer la decisión de prolongar el ciclo lectivo en la provincia hasta el 22 de diciembre ‑una semana más de lo previsto‑ como forma de recuperar las clases perdidas por los días de paro docente. "Puede ser una incomodidad para los docentes, incluso para los padres, pero el eje hay que ponerlo en los chicos", argumentó la ministra Claudia Balagué.
Esta decisión llevaría los exámenes entre las fiestas de Navidad y Año Nuevo, por lo que la reacción del gremio docente fue inmediata. "Todos los contenidos se pueden recuperar en el año, no hay necesidad de alargar los días de clase", coincidieron Martín Lucero, de Sadop, y Gustavo Terés, de Amsafe Rosario. "Los docentes siempre trabajamos hasta los últimos días de diciembre y volvemos en febrero. Lo que el gobierno tendrá que explicar es como hará para recibir a los chicos hasta el 29 de diciembre, con altas temperaturas y sin la infraestructura adecuada", advirtió Lucero.
Terés, en tanto, replicó: "No entendemos que quiere decir la ministra con esto. Debería tomarse el trabajo de trabajar con los supervisores para ver si se cumplen los objetivos. El esfuerzo que hacen los docentes, al menos amerita una evaluación en el campo para ver cómo se está".