Licenciada en Artes Visuales y especialista en Teatro de Objetos, además de haber integrado el grupo Periférico de Objetos, Ana Alvarado ha incursionado como directora y dramaturga en una variedad de espectáculos, más allá de la estética del Teatro Objetual, como también se conoce al género sobre el cual dicta clases en la Unsam. Desde hace algunos meses a cargo de la compañía de titiriteros de esta universidad, Alvarado tomó como disparador del primer espectáculo de este conjunto un tema sobre el cual comenzó a investigar el año pasado con la idea de escribir en el futuro una obra: los diarios íntimos que las chicas tradicionalmente reciben –o recibían, tal vez– al cumplir los 15.

Alvarado pudo recolectar una serie de aquellos cuadernos de tapa rosa, con candado y llavecita, cuyas páginas, clausuradas a la mirada de los padres, se transformaban en el espacio íntimo donde, a través de anécdotas, quejas y expresiones de deseo, la autora dirimía temas ligados a la identidad y al rol ocupado en la familia y en otros espacios de sociabilidad. La directora advierte en la entrevista con PáginaI12 que con el tiempo, los cuadernos rosados fueron reemplazados por libretas y agendas donde el componente escrito disminuye para dejar paso al collage y a los dibujos. 

Alvarado cuenta su experiencia: “Yo recuerdo de chica haber usado una redacción muy parecida al ‘Querido Diario’ que todos conocemos, con el relato formal de lo que había hecho o lo que pensaba”, dice. Claro que todo cambió con la incorporación de la tecnología y con ella, la aparición de los blogs y las redes sociales. Pero ésa es otra historia: Diarios de 15 se basa solamente en notas y cuadernos de adolescentes, escritos entre las décadas de 1970 y 2000. “Cuando acepté la dirección de la Compañía”, cuenta Alvarado, “les propuse a sus integrantes que examinaran su adolescencia para generar una experiencia basada en una investigación personal”, concluye. El resultado puede verse en la sala de Sánchez de Bustamante 75, donde funciona el Centro de las Artes Unsam.

“Es un evento de recorrido pautado”, detalla la directora, “una mezcla de performance y teatro que muestra, además de piezas individuales, momentos colectivos donde hay pogo, cumbia y rock”, describe. Referidas al cuerpo desbordado por la sexualidad o a la necesidad de huir del hogar, al amor imposible y al sentirse en falta con las demandas del entorno familiar, entre otros motivos, las nueve secuencias presentadas tienen un desarrollo de alrededor de siete minutos. Los integrantes de la Compañía son Clara Chardin, Lucía Arias, Pablo Maidana, Anibal Flamini, Omayra Martinez Garzón, Natalia Gerardo, Guillermo Tassara, Román Lamas y Luciano Mansur.

–¿Qué características generales tenían los diarios que pudo reunir?

–Encontré patrones en común, aún con 40 años de diferencia. Se repiten las lecturas que rondan lo espiritual, como las novelas de Hermann Hesse o textos de Rabindranath Tagore. Los problemas generados por el cuerpo y el propio aspecto. Y por supuesto los conflictos entre amigas. En todos los casos hay un sufrimiento intenso y fuertes angustias.

–Esos diarios eran escritos por chicas. ¿Cuáles son los temas masculinos que incluye este espectáculo?  

–En el relato de los varones aparece el barrio, la música, el despertar sexual. Y los modelos masculinos impuestos desde la figura del padre. En cada caso, cada uno indaga poéticamente en su adolescencia. Hay también un video documental que recrea el contexto de cada época.

–¿Cuáles son las referencias seleccionadas?

–De la década del ‘80 hay imágenes relacionadas con Alfonsín y Malvinas, las de la década siguiente hablan de la militarización de la vida cotidiana. De los ‘90 hay muchas referidas a lo musical. Luego, el cacerolazo del 2001. Tratamos de no hacer una asociación literal con la política. Ni de subrayar cuestiones que hoy, con la sensibilidad que despierta el caso Maldonado, se tornen agresivos. 

* Diarios de 15, Centro de las Artes Unsam (Sánchez de Bustamante 75), sábado a las 22 y domingo a las 20.