La vicepresidenta Gabriela Michetti dio un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas y eligió cerrar su exposición hablando del amor. Antes reiteró la posición del gobierno de Cambiemos contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reclamó que Irán colabore para que declaren los acusados por el atentado a la AMIA y pidió un diálogo con el Reino Unido sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
En un discurso sin mayor ilación entre los diferentes temas que abordó, Michetti comenzó con un mensaje de solidaridad al pueblo mexicano por el trágico terremoto de anteayer. Luego se refirió a la Agenda 2030 impulsada por la ONU, que se propone la eliminación de la pobreza extrema en todo el mundo. Reiteró el eslogan de “pobreza cero” del gobierno de Mauricio Macri, pero lo rebautizó como “el objetivo de avanzar hacia el aspiracional de pobreza cero”.
Luego, la vicepresidenta apuntó contra el gobierno de Venezuela y pidió “realizar un esfuerzo de negociación creíble y de buena fe, que tenga el consenso de las partes, para alcanzar pacíficamente el restablecimiento de la democracia”. Michetti participó el lunes, en representación de la Argentina, de la cena que ofreció el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, junto con sus mayores aliados en la región para coordinar acciones contra el gobierno de Nicolás Maduro.
La funcionaria argentina expresó después su condena “al terrorismo en todas sus formas” y reiteró “la voluntad de la República Argentina de enjuiciar a todas las personas que participaron de la financiación, planificación o comisión” de los atentados a la Embajada de Israel y a la sede de la AMIA. En esa línea, solicitó el respaldo de la comunidad internacional en el pedido de colaboración hacia Irán para que los acusados por el ataque a la mutual judía presten declaración indagatoria ante la Justicia argentina.
Respecto de la soberanía de las Islas Malvinas, Michetti manifestó el reclamo por los “legítimos e imprescriptibles derechos” de la Nación sobre ese territorio. Solicitó al Reino Unido reanudar las negociaciones bilaterales sobre la soberanía, aunque aclaró que la solución debería ser “respetando el modo de vida de los isleños”. Afirmó que el gobierno de Macri “inauguró un nuevo clima en la relación con el Reino Unido”, aunque ello no se tradujo hasta ahora en ningún avance.
Por último, la vicepresidenta habló del rol de la mujer en distintos lugares del mundo y pidió rescatar “los atributos de lo femenino”. Consideró que esos son “una tendencia natural a unir, en un mundo en el que las fuerzas desintegradoras van prevaleciendo”; “una vocación en la mirada a largo plazo”, y “una vocación por nutrir, por cuidar, por tener una mirada empática”. Luego rápidamente añadió que todas esas características “no son patrimonio exclusivo de las mujeres”. “Tampoco somos las únicas necesarias, sería muy contraproducente sacrificar el aporte de cualquier género, religión, cultura, en el altar de nuestros prejuicios”, agregó.
“La nuestra debería ser, en definitiva, una obra de amor”, completó y recibió tibios aplausos de los presentes en la asamblea de la ONU.