Los parquímetros en la ciudad de Buenos Aires se incrementarán en un 2075 por ciento, con lo que 14 de las 15 comunas tendrán un sistema de estacionamiento regulado en sus calles. Así se aprobó ayer en la Legislatura porteña, en una elección con 33 votos afirmativos del PRO y radicales y 21 negativos de la oposición. Con el nuevo sistema, existirán dos categorías para los conductores: “residentes”, que podrán estacionar sin cargo a doscientos metros de su domicilio en tanto cumplan con varios requisitos y “no residentes”, que deberán abonar una tarifa diferenciada según la zona en que hayan estacionado su auto.
En un plazo menor a dos años, la Ciudad cambiará completamente su sistema de estacionamiento. De los 4000 parquímetros grises existentes, ubicados mayoritariamente en los barrios de Recoleta, Palermo y San Telmo, se pasarán a 87.000 “terminales multipropósito”, dispuestas en más de 10.000 calles de la Capital Federal, que demarcarán un espacio tarifado para aparcar los autos. Las motos, por su parte, también se incorporan al sistema de estacionamiento regulado.
“Es una medida con claros fines de recaudación. Más del sesenta por ciento de la población de la Ciudad de Buenos Aires deberá pagar para estacionar su auto. No está pensado para alivianar el tránsito sino para que las empresas que obtengan las concesiones colecten cada vez más. Es lo que sucede ahora, que las grúas se centran en retirar autos de los parquímetros y no toman medidas contra los vehículos que verdaderamente obstruyen el tráfico”, explicó a PáginaI12 Paula Penacca, legisladora del Frente para la Victoria (FpV).
El proyecto aprobado sobre el nuevo sistema de estacionamiento medido divide a la Ciudad en cinco zonas y estipula un costo de 780 pesos por cada acarreo. En cambio, el precio para aparcar no será uniforme: para aquellos usuarios “no residentes” se abonará una tarifa “sencilla”, con un monto constante, cuando estacionen en sectores de menor densidad de circulación, mientras que existirán aranceles “progresivos”, de tipo “1 y 2”, donde el valor del estacionamiento por hora aumentará de acuerdo con la cantidad de tiempo que el rodado permanezca detenido. Las tarifas “progresivas”, según estipula la normativa, se ubican en las zonas más comerciales o con mucha afluencia de tránsito.
Ahora bien, ¿quiénes pueden entrar en la categoría “residente”? Con este nuevo sistema, sólo un vehículo por casa –en el cual deberá estar registrado el mismo domicilio en el DNI y en la cédula verde o azul del auto– podrá aplicar para aquella categoría. A 200 metros a la redonda de la casa, el “residente” podrá estacionar de manera gratuita, en tanto sea una zona con tarifa “sencilla” o “progresiva tipo 2”. En los sectores con “tarifa progresiva tipo 1”, los “residentes” tendrán un descuento del 50 por ciento del costo de estacionamiento.
El trámite para los beneficiarios del auto residencial aún contiene más requisitos. “No sólo se restringe, sin tener en cuenta el crecimiento del parque automotor en la Ciudad, a un auto por familia. Sino que para obtener el beneficio de ‘residente’, debe aplicarse un trámite diario para registrar el auto en el parquímetro. Es decir, todos los días antes de las 8 de la mañana, uno debe anotarse en el parquímetro de su cuadra para que la grúa no se lleve el auto. ¿Qué pasa si tenés que ir corriendo a tu trabajo y te olvidás de hacerlo? ¿O bien, estás de viaje? Estas cosas demuestran que la normativa no cumple con el código de transporte, que estipula un beneficio para los ciudadanos”, expresó Penacca.
Aunque no se estipuló en esta nueva norma, voceros de distintos partidos opositores informaron a este diario que la pérdida del vehículo residencial “será muy factible para cualquier conductor, ya sea por atraso en el pago de patentes, por una infracción de tránsito o por pasarse más de media hora sin registrarse en las terminales que delimitan el espacio para estacionar”.
Ya sea una moto, un auto o camioneta, los horarios de estacionamiento regulado en la Ciudad serán de lunes a viernes de 8 a 20 horas, mientras que los sábados se reglamentará sólo por la mañana, desde las 8 hasta las 13. Los domingos y feriados, en cambio, no serán tarifados. Por otra parte, a partir de las máquinas multipropósito, que reemplazará a los viejos parquímetros grises y que eliminará la impresión del ticket de estacionamiento, “el pago de las tarifas de estacionamiento medido será únicamente a través de medios electrónicos, como tarjetas SUBE, de crédito y débito o mediante aplicaciones instaladas en teléfonos celulares o dispositivos móviles o a través de Internet”, según establece la norma.
Otra de las críticas reside en el proceso de licitación. El Gobierno porteño invertirá 18 millones de dólares en el equipamiento de las terminales autónomas y los sistemas de pago electrónico, además de abonar un monto mensual, más un incentivo del 10 por ciento de los ingresos brutos, a las empresas concesionarias por la presentación del servicio de acarreo, control y mantenimiento de las terminales. Inicialmente se admitía sólo una concesión por cada zona, a diez años, para cada empresa. Sin embargo, hubo un cambio de último momento, según indicó un asesor de la Legislatura. “Queda la sensación de que finalmente se favorecerá el monopolio en la prestación del servicio de parquímetros, pues se habilitará a una empresa a explotar más de una zona en caso de que exista vacancia en la licitación”, expresó el legislador Hernán Rossi (Suma+) a PáginaI12.
Informe: Jeremías Batagelj.