En medio de la temporada 2016 de La casa de Bernarda Alba, puesta que llevó adelante con el Cuba Ballet Rosario, la directora cubana Marlén Puello convocó al destacado bailarín y coreógrafo Maximiliano Guerra y a su esposa Patricia Baca Urquiza (directora del Ballet del Mercosur) para que encabezaran una clase magistral enmarcada en la celebración por el vigésimo aniversario del CBR. De paso por la ciudad, la pareja asistió a una de las funciones de La casa... y, a partir del interés demostrado, dejaron abierta la posibilidad de llevar adelante un proyecto compartido con Puello. Con esa promesa, de regreso a Estocolmo (la ciudad sueca donde vive buena parte del año) la coreógrafa terminó de delinear lo que finalmente se convirtió en Fenómena Frida, el espectáculo que esta noche, a las 21, tendrá su estreno mundial en el Auditorio Fundación de Mitre 754, con la pareja de bailarines como figuras protagónicas.
Para Marlén Puello, el acercamiento a la gigantesca figura de Frida Kahlo es consecuente con una búsqueda artística en torno a la mujer, y terminó de redondearse a partir del vínculo establecido con el matrimonio artístico. "Históricamente Maximiliano Guerra ha sido un promotor en Argentina de la Escuela Cubana de Ballet, se conoce la metodología gracias a él. Yo siempre sentí una identificación artística y profesional hacia su persona, y en el marco de celebraciones por los veinte años del Cuba Ballet nos conocimos, les gustó el trabajo que hicimos con La casa de Bernarda Alba y empezamos a charlar sobre la posibilidad de trabajar juntos ya no en un espacio pedagógico sino artístico", recuerda Puello, y agrega: "Era un lujo para mí la posibilidad de producirlos y dirigirlos, y se empezó a dar el intercambio a distancia. Ellos son un matrimonio artístico, en el arte y en la vida, y me parecía perfecto para que pudieran interpretar a Frida Kahlo y Diego Rivera. A ellos les encantó la idea, les pareció apropiado, y empezamos a trabajar".
Con recorridos extensos en el ámbito de la danza internacional, directora y protagonistas debieron entonces avanzar en la interpretación de una figura de enorme peso histórico. ¿Cómo abordar la vida de Frida, con sus múltiples aristas como mujer, como emblema de género, como una creadora con una enorme producción artística? ¿Cómo contemplar además su intensa y explosiva relación con Rivera? "Pienso que tanto Frida como Rivera son unos artistas enormes --distingue Puello--. En el caso de Frida, puntualmente, me interesó como mujer y como figura relevante en el mundo del arte. Y también como figura performática: creo que Frida supo hacer de su propia vida personal una obra performática. Eso de por sí me parecía más que interesante para poner en escena".
Ya en relación al vínculo con el reconocido muralista Diego Rivera, el objetivo de Puello fue el de esquivar el juicio, proponiendo en cambio una puesta que los muestre sin prejuicios. "Y también para abrir un poco la cabeza en el sentido de pensar que hay otras maneras de relacionarse en la vida más allá de lo convencional. En ese sentido creo que Frida fue una mujer absolutamente transgresora, en muchísimos aspectos", advierte la directora, y aclara: "La gran problemática que se me suscitó fue cuando empecé a ver su historia, la historia de las traiciones (sobre todo de Rivera con su hermana, que creo es la traición más importante en su vida), y me pregunté: si uno se anima a transgredir, ¿cuál es el límite, hasta dónde puede uno llegar en la transgresión? Eso está presente en toda la obra, que intenta salirse de la convención todo el tiempo, intentando no perder el límite. Es más bien una jugada de todas esas cosas, de los personajes con la obra, con la puesta en sí misma".
Con esos preceptos, la directora y coreógrafa cubana confía que Fenómena Frida permitirá descubrir a un Maximiliano Guerra que, en la piel de Rivera, mostrará nuevos matices. En el caso de Baca Urquiza, Puello no duda al afirmar que esta Frida "va a tener significado en su vida artística, es un escalón cuántico el que Patricia ha hecho con su interpretación". Luego de su estreno en Rosario ("Mi segunda ciudad", afirma Puello), Fenómena Frida girará por distintos puntos del país, y llegará luego a Europa, donde buscará cautivar al público con un trabajo de construcción colectiva donde danza, teatro y artes plásticas se combinan "en una puesta extravagante, desafiante".