A poco más de un año de pedir ayuda a la agencia de Atajo de barrio Las Flores, una mujer de 46 años, víctima de violencia de género desde hacía 10, obtuvo una vivienda para ella y su hija. En tanto, su agresor fue condenado a tres años de prisión con ejecución condicional, por los delitos de lesiones dolosas calificadas, amenazas coactivas y desobediencia de orden judicial, según publicó el sitio Fiscales.gob.ar. Ahora, la víctima se capacitará para ayudar a otras mujeres.
La solución habitacional para la víctima de violencia machista y su hija fue lograda tras la derivación que Atajo hizo a la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo de la Secretaría de Estado del Hábitat. En su presentación, la delegación local de la Dirección de Acceso a la Justicia del Ministerio Público Fiscal solicitó al ente gubernamental que garantice el derecho de madre e hija a vivir en una vivienda digna y de calidad, atendiendo su contexto de vulnerabilidad.
La mujer padece, además, una disfuncionalidad psicológica, por el que percibe mensualmente una pensión no contributiva. Atajo alegó el marco normativo nacional e internacional que protege los derechos en cuestión y que establece la adjudicación de un cupo del 10 por ciento de las viviendas construidas para aquellas mujeres víctimas de violencia de género.
Cuando recurrió a la agencia, M.C., reveló que había radicado varias denuncias penales contra el padre de su hija, pero hasta entonces no había obtenido ninguna medida de protección. En su relato, describió los daños físicos y psicológicos padecidos durante la convivencia, que incluyeron un intento de ahorcamiento que le dejó secuelas en la columna cervical que le impiden trabajar.
Tras el primer asesoramiento, el caso se derivó al Centro de Asistencia Judicial (CAJ) de Rosario, dependiente del Ministerio de Justicia provincial. Poco después, el agresor fue imputado por delitos de lesiones dolosas calificadas, amenazas coactivas y desobediencia de orden judicial, y en 2016 fue condenado.
Antes de tener su casa propia, la mujer y su hija peregrinaron durante dos años por hogares varios, entre casas de amigos y hasta en la calle. El coordinador del Atajo Rosario, Pablo Codarin, dijo que "tras el alivio en su situación personal y familiar, C. quiere dedicarse a acompañar a otras mujeres que atraviesan los mismos trances, por lo que se sumó a los cursos de formación de la Re.Te.Ger", cuyo nodo Rosario fue inaugurado por la procuradora general de la Nación Alejandra Gils Carbó a comienzos de este mes, en un acto que reunió a 250 personas.