En lo que va del 2017 fallecieron por asfixia ocho bebés en La Pampa que dormían en la misma cama que su mamá y su papá. El colecho sin opción, sino por falta de cunas e infraestructura es una de las aristas del problema. Uno de los problemas es el desmantelamiento del Plan Qunita que había implementado el Ministerio de Salud de la Nación, en todo el país, para que ningún bebé no tuviera un lugar saludable a dónde dormir y evitar así el síndrome de muerte súbita.
“Desde el año pasado que en las reuniones de direcciones de Maternidad e Infancia a nivel del Ministerio de Salud de la Nación estamos planteando desde todas las provincias la importancia que tuvo el Plan Qunita en evitar este tipo de fallecimientos de infantes en el primer año de vida. Hay muchos problemas de vivienda, de gente que utiliza calefacción a leña, de cigarrillos, de drogas, todo eso hace que tengamos una muerte por asfixia en el colecho”, resaltó Susana Frutos, Directora de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud de La Pampa al diario “La Arena”. “Es preocupante porque no debería ocurrir ninguna muerte. Dentro de la mortalidad infantil hay causas que no se pueden evitar y hay otras que sí. Esta es una causa de mortalidad posneonatal evitable, por eso es preocupante”, sostuvo la funcionaria pampeana.
En junio el diputado del Frente para la Victoria por Río Negro, Martín Doñate solicitó al Ministerio de Salud de la Nación que entregue a los hospitales los kits del Plan Qunita. Las observaciones realizadas sobre la confección de las cunas, de ninguna manera justifican su inutilización ya que, como mínimo, pueden ser útiles en los tres primeros meses de vida y, mucho menos, suspender un programa destinado a evitar la mortalidad infantil por falta de recursos. Mientras que las denuncias de corrupción pueden ser viabilizadas por la justicia pero no legitiman la reducción de instrumentos sanitarios destinados a preservar la vida de bebés.