México sufrió hoy un temblor en el sur, cerca de la frontera con Guatemala. El movimiento sísmico fue de 5,8 grados en la escala de Richter y se sintió en el Golfo de Tehuantepec, sobre la costa del Pacífico. Su epicentro fue en el estado de Oaxaca, donde colapsaron varias casas y cayó un puente. Por protocolo, se suspendieron en forma momentánea las tareas de rescate en México DF, por temor a una réplica. Es el tercer temblor que sufre México en lo que va de este mes, tras el del martes en la capital, en el que hoy se confirmó que murió un argentino, y el que afectó Chiapas el 7 de septiembre.
El argentino fallecido figura entre los aproximadamente 300 muertos que ha causado hasta el momento el terremoto que días atrás los estados del centro de México. El Tribunal Superior de Justicia de ese país informó que entre las víctimas mortales hay ocho extranjeros. Los datos sobre la identidad del ciudadano argentino muerto el martes por los derrumbes que provocó el temblor aún no fueron suministrados.
"Se trata de cuatro cuerpos femeninos de personas de nacionalidad taiwanesa y otro femenino de panameña. Asimismo, tres masculinos: uno de nacionalidad coreana del Sur; otro española, y uno más de Argentina", fue el informe que brindó el Tribunal sobre los extranjeros fallecidos en el sismo de 7,1 grados en la escala de Richter, que se produjo a exactos 32 años del devastador terremoto de 1985.
Según informó el embajador argentino en México, Daniel Chuburu, el hombre tenía 76 años. "Sería de la comunidad judía local, un residente hace muchos años en México, pero no logramos hablar con la familia ni con la comunidad judía porque están en Año Nuevo". La celebración del Año Nuevo Judío, Rosh Hashaná, terminó ayer.
El cónsul argentino en México, Gabriel Servetto había declarado en las primeras horas posteriores al desastre que con algunos argentinos no se había podido restablecer contacto, algo que calificó como “natural” por las dificultades para comunicarse, ya que se cortaron las líneas de teléfono. El funcionario también dijo que habían recibido “centenares de llamados” de personas que querían saber sobre sus familiares en México y que se fue respondiendo de forma paulatina a medida que se restablecían las comunicaciones dentro del Distrito Federal.