La puesta en marcha de una “economía política para garantizar la existencia” del sector comunitario de la comunicación: Así entienden las radios, los canales de televisión y las productoras audiovisuales que “cumplen con una finalidad social y se caracterizan por ser gestionadas por organizaciones sociales de diverso tipo sin fines de lucro” al proyecto de ley de Fomento a los Medios Comunitarios de la ciudad de Buenos Aires que busca “el fortalecimiento y la promoción” de esta clase de proyectos. “El Estado tiene que pensarnos como un actor social más, como piensa a los espacios productivos o los culturales”, exigió Mariela Pugliese, del Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco).
El origen de este proyecto de ley, que llegó a la Legislatura de la mano de Andrea Conde, integrante de Nuevo Encuentro, tiene su origen en el destino que le tocó a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual desde que Mauricio Macri llegó a la presidencia, hace casi un año: la normativa acabó parcialmente derogada a través de decretos que quitaron límites a la concentración económica en materia de medios de comunicación y mantiene paralizados los pagos de los Fondos de Fomento Concursables para Medios de Comunicación Audiovisual. Conde entiende que las iniciativas comunitarias, alternativas y populares “están atravesando una situación compleja” en el ámbito de la ciudad. “El giro abrupto de la actual gestión y cierta discontinuidad de las políticas públicas nacionales de fomento amenaza la sostenibilidad de esos proyectos”, señaló. Por otro lado, afirmó, “no existe en el ámbito porteño ninguna regulación que los contemple”. La Ley de Medios Vecinales, que desde hace años asegura una mínima porción de pauta oficial porteña a periódicos barriales, “no da cuenta de la especificidad del sector”, añadió la legisladora.
Producto de este panorama, el conjunto de colectivos de medios “que tienen una finalidad social y se caracterizan por ser gestionados por organizaciones sociales de diverso tipo sin fines de lucro” reunidos en la red Interedes generó el proyecto de ley que presentó Conde. Un proyecto de norma similar llegó al recinto porteño hace días también, de la mano de la Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina y el legislador del Frente para la Victoria Pablo Ferreyra (ver aparte). La iniciativa de las revistas, que en parte sirvió de guía para la reglamentación propuesta por los medios audiovisuales, busca desde hace casi un lustro –y no solo a nivel porteño– que el Estado reconozca a los medios gráficos autogestivos como lo hizo con el sector audiovisual a partir de la LSCA.
“El Estado es el garante de la relación igualitaria entre todos los actores que participan de una sociedad. El gran problema surge cuando se convierte en gendarme de la concentración económica, la concentración de la palabra y, por lo tanto de la comunicación”, evaluó Claudia Villamayor, integrante de la Red de Carreras de Comunicación (RedCom), quien consideró, en ese sentido, que el proyecto de ley de fomento “que garantice la vigencia de recursos económicos para los medios populares no es un pedido lastimoso sino que tiene amparo en una ley todavía vigente”, la LSCA. Para Pugliese, es “fundamental” el fortalecimiento de esa clase de medios, a los que definió como “espacios colectivos de construcción de ciudadanía, de transformación social”. “Son espacios donde la voluntad y la voz de la comunidad se convierten en comunicación”, concluyó.
La propuesta de normativa plantea la creación de políticas de fortalecimiento y financiamiento para radios, televisoras y productoras audiovisuales comunitarias. Para eso, crea en el ámbito de la Secretaría de Medios de la Ciudad, un fondo –el Fondo de Fortalecimiento y Promoción de la Comunicación Audiovisual Comunitaria–, de donde saldrán los recursos para tales políticas, y un registro –el Registro de Medios y Productoras de Comunicación Audiovisual Comunitaria–, en donde deberán inscribirse los medios que requieran los beneficios de la ley. Además, asegura una cuota de pantalla en los medios públicos porteños para las producciones surgidas en el seno de los proyectos comunicacionales comunitarios.