De los muchos versus que invaden el globo hoy día, el menos pensado tiene por protagonistas a dos museos. De un lado del ring, el Museo de Historia Natural de South Kensington, en Londres; del otro, el Museo de Ciencias de la misma capital europea, enfrentados por redes sociales en una batalla épica que ha despertado tanta fascinación que no ha habido ningún pedido, ruego, ¡súplica! de armisticio. Todo comenzó con el interrogante de un tal @Bednarz, usuario equis de Twitter que, arrobando a sendas instituciones, lanzó: “¿Quién ganaría en una pelea entre el personal de ambas galerías, y qué objetos los ayudarían a asegurarse la victoria?”. Inocente pregunta que despertó un picante –y muy gracioso– ida y vuelta entre los community managers de los 2 museos. El primero en levantar el guante fue el de Historia Natural que –pronto a mostrar los afilados dientes– replicó: “Nosotros tenemos dinosaurios. No hay competencia”. “Ustedes están llenos de fósiles polvorientos. Nosotros, en cambio, tenemos robots, un avión de caza y venenos antiguos ¡Boom!”, fue la respuesta del de Ciencias. Frente a lo cual, arremetieron los primeros: “Tenemos dinosaurios robóticos, Pterodáctilos y las criaturas más venenosas de la tierra. Además de volcanes y terremotos... Y un pez vampiro”. El team Ciencia, entonces, sacó otra carta: un misil nuclear en exhibición. ¿Jaque mate para el equipo de Naturales? Ni cerca: “Nunca traigas una bomba nuclear a un guerra de meteoritos, nuestros especímenes de cucarachas lo sobreviven todo”. Apenas el comienzo, porque continuó el pendenciero derrotero tuit tras tuit tras tuit tras tuit... Aprovechando cada institución el picanteo para sacar a relucir sus vastas e impresionantes colecciones. Donde no faltaron ni batiscafos, ni lava, ni restos de reptiles marinos, ni matamoscas, ni carabinas. Y aunque intentó el azorado @Bednarz llamar a empate, los especialistas de ambos museos siguieron y siguieron, hasta repasar todo su arsenal. Recién entonces se llamaron a la tregua. Prontos a invitarse a sus respectivas exposiciones, como respetuosos caballeritos ingleses.