Mientras los habitantes del centro y sur de México inician su regreso a los hogares, luego de los sismos del 7 y el 19 de septiembre en México, la tierra no dejó de temblar. En los estados de Chiapas, Puebla, Morelos y en el DF, el Servicio Sismológico Nacional lleva contabilizados cerca de 4.400 réplicas. El número de muertos por el terremoto de 7,1 grados que el martes sacudió el centro y sur de México llegó a 318, informaron autoridades locales. En la Ciudad de México suman 180 las personas fallecidas, en Morelos 73, en Puebla 45, en el Estado de México 13, en Guerrero seis y una en Oaxaca, precisó el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente.
El terremoto de 8,2 que se registró hace dos semanas frente a las costas del sureño estado de Chiapas, el más fuerte en un siglo en México, es el que más réplicas tuvo, con cerca de 4.340 hasta esta mañana y más de 100 muertos. En tanto, el temblor del 7,1 del 19 de septiembre, que causó sobre todo daños en Ciudad de México y en estados del centro del país como Puebla y Morelos, tuvo ya 39 réplicas y causó 307 muertos.
Ayer se registró además un temblor moderado de magnitud de 5,8 con epicentro 122 kilómetros al suroeste de Tonalá, en el estado de Chiapas, que fue otra réplica del terremoto de hace dos semanas.
Hasta el mediodía del sábado se contabilizaban 4.326 réplicas de ese terremoto, pero hubo después más de una decena de temblores.
También el sábado ocurrió una fuerte réplica de 6,1 del sismo, que provocó la muerte de cinco personas, tres en Oaxaca, donde hubo nuevos derrumbes, y dos en Ciudad de México por infarto al activarse la alerta sísmica, en medio del gran nerviosismo que existe.
“Seguimos estando en actividad sísmica. No es algo extraño o inusual o que no haya pasado anteriormente”, dijo el director del Centro Nacional de Atención de Desastres, Carlos Valdés, quien atribuyó las réplicas a un “proceso de cicatrización normal” de la Tierra.
Los dos sismos tuvieron naturaleza distinta y eso explica la diferencia entre las numerosas réplicas del originado en Chiapas y el del 19 de septiembre, cuyo epicentro estuvo en el centro del país, entre Puebla y Morelos, unos 120 kilómetros al sur de Ciudad de México.
“Los dos eventos son diferentes en comportamiento, sobre todo el segundo, con una magnitud menor que el del 7 de septiembre”, dijo Valdés.
“Sobre el evento del 19 de septiembre, sus procesos son diferentes y la generación de réplicas es muy baja. Esperaríamos que continúe con esa condición: pocas réplicas que no aumenten de magnitud”, agregó.
El terremoto del martes pasado causó 169 muertos en Ciudad de México, 73 en Morelos, 45 en Puebla, 13 en el Estado de México, seis en Guerrero y uno en Oaxaca.
En tanto, 69 personas fueron rescatadas con vida y los servicios de emergencia siguen las labores de búsqueda en siete edificios en la capital mexicana, donde hay al menos 52 personas atrapadas, informaron autoridades locales. El foco de atención ahora permanece en un edificio de Alvaro Obregón 286, en el tradicional barrio Roma, una antigua zona aristocrática venida a menos a fines del siglo pasado, tras el terremoto de 1985, pero que estaba en pleno proceso de renovación.
En ese inmueble los experimentados rescatistas del Frente de Defensa Civil de Israel, que protagonizaron verdaderas hazañas en los últimos días, calculan en base a sofisticados aparatos que hay “muchas personas atrapadas todavía”. “Sabemos que hay ahí dentro casi 52 personas, más o menos. El piso en el que están es muy inestable y peligroso por la forma en que se produjo el derrumbe”, afirmó el teniente Sadi Rafi, integrante del equipo.
“Estamos excavando sólo en los lugares en que sabemos que hay una oportunidad de encontrar a las personas e hicimos un análisis de la forma en que podemos rescatarlas”, señaló.
En tanto, el gobierno comenzó a realizar el recuento de daños, pero todavía no hay una estimación de los costos de la reconstrucción, que fuentes privadas estiman entre los 1.000 y 10.000 millones de dólares.
Asimismo, el vocero presidencial Eduardo Sánchez elevó la cifra de víctimas por el sismo del día 19 a 307, de las cuales 180 corresponden a la Ciudad de México, aunque el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, habló hoy de 318 muertos.
Por ahora, según el portavoz presidencial, se estima que hay 140.000 edificios dañados, de los que “50.000 no podrán ser reparados”. En cuanto a las escuelas, hubo más de 5.000 afectadas.