El conflicto en las escuelas secundarias porteñas continúa y al menos 30 colegios permanecen tomados contra la reforma educativa que modificará la modalidad de cursada a partir del año que viene. En vez de acercar posiciones, los funcionarios de Cambiemos continúan apuntando contra los estudiantes. El ministro de Justicia, Germán Garavano, opinó esta mañana que las tomas constituyen "una ilegalidad" y criticó el fallo de la jueza Elena Liberatori, quien dictaminó que la ocupación es un derecho constitucional. "Totalmente desacertada", dijo Garavano sobre la interpretación de la jueza.
El ministro, además, dijo que los estudiantes que toman los colegios son un "porcentaje mínimo" del total de los alumnos y exhortó a los adolescentes que concretan las ocupaciones a que exploren "caminos de diálogo".
"Es una ilegalidad; es algo que al menos yo repudio", respondió Garavano cuando por radio La Red se le pidió una opinión respecto de la toma de unas 30 escuelas secundarias en la Ciudad de Buenos Aires. Agregó: "Hay un montón de otras maneras de manifestar una protesta, de tratar de generar caminos de diálogo".
El funcionario nacional, en esa línea, advirtió que "la pérdida de clases no es el camino" para reclamar y alertó que "un porcentaje mínimo" de los estudiantes aplica la medida. "Incluso en colegios como el Nacional de Buenos Aires, quienes están comprometidos con la toma son una parte muy chica de los alumnos y perjudican a decenas de miles de compañeros que deberían estar estudiando", cuestionó Garavano.
La jueza en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires Elena Liberatori, el 14 de setiembre, suspendió mediante una medida cautelar la aplicación del instructivo del gobierno capitalino para casos de alumnos que tomen establecimientos por reclamos relativos a la política educativa o problemas edilicios, entre otros.
Además, entendió que los estudiantes que ocupan colegios "están haciendo uso de sus derechos constitucionales". "La conozco a la doctora Liberatori. Es un error. La jueza Liberatori tiene varios pronunciamientos en este sentido, en una línea que yo no comparto: me parece totalmente desacertada", alertó hoy Garavano.
El ministro argumentó que "no se trata de reprimir, de usar la fuerza, pero sí se trata de enmarcar esto como un acto irregular, un acto ilegal".