"Una buena señal." Sergio Maldonado, hermano de Santiago, el joven desaparecido hace 55 días, calificó así al llamado que recibió por parte del nuevo juez de la causa, Guillermo Gustavo Lleral, quien asumió tras el apartamiento del juez Guido Otranto.
Sergio Maldonado también consideró que en un futuro "habrá que iniciar un juicio político contra Otranto" y pidió que con el nuevo juez "no intervenga más en la investigación el Gobierno nacional".
"Ya tuve contacto con el juez. Llamó a mis padres primero, habló conmigo y con mi otro hermano. Me pareció un gesto muy humano, mis padres lo necesitaban, estaban con otro ánimo ayer", contó Sergio en diálogo con la AM 750. Lleral arribará mañana a Esquel para cumplir con lo ordenado la semana pasada por la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia, que dispuso que se avoque "de manera exclusiva al conocimiento de las causas" de hábeas corpus y desaparición forzada durante 60 días.
La primera causa fue dirigida por más de un mes y medio por Otranto, apartado por las recusaciones de la familia Maldonado y el CELS; mientras que la investigación por desaparición forzada estaba delegada en la fiscal Silvina Ávila, quien aún está al frente de la investigación.
"Todo se hizo mal", lamentó Sergio en referencia a las medidas ordenadas por Otranto mientras estuvo frente a la causa, porque hay mucha información "pero no se utilizó". "Le expresé que quedábamos a disposición, que no íbamos a ejercer ninguna presión, que trabajara tranquilo", contó Sergio Maldonado sobre su diálogo con el nuevo juez, durante una entrevista con radio Continental.
"Yo creo que la verdad se tiene que saber. Hay elementos. No es que hay muchas opciones, hay una sola, y una sola es la fuerza que intervino", reiteró Maldonado respecto a la participación de Gendarmería, los testimonios de la comunidad sobre el operativo represivo del 1 de agosto, los testimonios de las personas de El Bolsón que dijeron que Santiago viajó al Pu Lof en Cushamen y las maniobras de encubrimiento e hipótesis falsas fogoneadas desde la Casa Rosada.
Sergio sostuvo que "se sabe quiénes fueron y quiénes estuvieron involucrados" y consideró que hay más responsables que los que surgen del expediente. Finalmente, consultado sobre si creía en que su hermano estaba con vida, respondió: "Hasta que no vea un cuerpo lo voy a seguir buscando vivo".
Por su parte, el ministro de Justicia, Germán Garavano, consideró que Lleral debe continuar las medidas dispuestas por Otranto, ya que no fue apartado por "una situación irregular, sino que más tiene que ver con adelantamiento de opinión". La opinión de Otranto, adelantada en una entrevista al diario La Nación, fue que Santiago se había ahogado en el Río Chubut y no que se trataba de una desaparición forzada.
Días antes de ser recusado, Otranto ordenó un inmenso operativo de rastrillaje para sostener la hipótesis de que Santiago se había ahogado en el río, pero no arrojó resultados. En el primer rastrillaje hecho en el Pu Lof, una semana después de la desaparición de Santiago, la Prefectura Naval le había informado a Otranto que la hipótesis de que el joven se hubiese ahogado era poco probable por la escasa profundidad del río Chubut y la presencia de ramas en el cauce.
Garavano insistió con que mantiene diálogo con Sergio Maldonado y que el ministerio ayudará a la familia "en todas aquellas cosas que nos solicitan", a pesar de que hace dos semanas el propio Garavano junto al secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, suspendieron la intervención de un equipo de especialistas de la ONU para asistir en la investigación, un pedido expreso de la familia al que se había comprometido el ministro a fines de agosto.
El fin de semana, la familia de Santiago convocó a participar de las movilizaciones y actos que se realizarán el próximo domingo 1 de octubre, a dos meses de la desaparición forzada del joven de 28 años. El acto central será a las 15 en Plaza de Mayo.